Al final no pudo ser. Frente a un Huesca que demostró el porqué de su situación privilegiada en la clasificación, el equipo de Herrera no pudo completar su particular ´tres en raya´, teniendo que conformarse con un empate que en todo caso y vistos los méritos de unos y otros, puede considerarse como justo. Cierto que el Sporting llevó durante muchas fases del encuentro el peso del partido, pero no menos cierto fue que el Huesca dispuso de varias ocasiones muy claras, que sólo un gran Mariño evitó que subieran al marcador.

Lo primero que habría que destacar del partido fue tal y como se esperaba, el ambiente en las gradas. Más de 21 mil espectadores en un horario infernal. Un dato y una respuesta la de la afición sportinguista, que no por habitual debe dejar de ser mencionada.

Sorprendió Herrera con la inclusión de Castro en el once titular. El de Ujo supo responder a la oportunidad, cuajando un aceptable partido durante el tiempo que estuvo sobre el campo. No obstante, queda la duda de si sus características son las más adecuadas para jugar como única punta.

El primer periodo transcurrió más o menos por los cauces previstos. Un Sporting serio y bien plantado intentaba adueñarse del balón, mientras el Huesca se dejaba querer a la espera de una contra, contando para ello en sus filas con un jugador como Álvaro Vadillo, que es capaz por sí solo de desarbolar a cualquier defensa. Como finalmente lo demostró.

De vuelta de los vestuarios el partido parecía querer discurrir por los mismos derroteros, hasta que una falta generosamente concedida por el árbitro sobre Isma López, fue transformada de manera soberbia por Carmona en el primer gol del partido. Se había conseguido lo más difícil y el siguiente objetivo era el de intentar cerrar el partido cuanto antes. Y si podía ser de forma tan fulgurante como se había hecho en León, mucho mejor. Y bien pudo ser así de haber atinado mejor Rubén García en un remate en el que parecía llevar todas las de ganar.

El Huesca, lejos de ponerse nervioso por el serio aviso, mantuvo su empeño por echarse arriba en búsqueda del empate y este llegó en la transformación de un penalti cometido por Calavera sobre Vadillo, cuando este se disponía ya a culminar una jugada individual de auténtico crack. Quizás pudo faltar algo de contundencia defensiva en esa acción.

A partir del empate el partido entró en unos momentos de incertidumbre, donde daba la impresión de que cualquiera podía llevarse el partido. El Sporting intentó reaccionar, aunque habría que señalar que los cambios introducidos apenas se dejaron notar sobre el césped. El Huesca por su parte, no se conformaba del todo con el empate. Y el hecho fue que en los instantes finales, el balón casi no salió de la mitad del campo defendida por el Sporting.

Con el pitido final se puso así fin a la ilusión con la que muchos sportinguistas habían llegado a El Molinón. Esta no era otra que la de que su equipo hubiera firmado esa ´semana fantástica´ (como algunos ya habían bautizado quizás antes de tiempo), logrando sumar los nueve puntos en juego. Aun así, siete puntos de nueve es una cifra que muchos hubieran firmado hace una semana. Y no digamos ya tras la derrota en Pamplona. Quizás lo que más duela es el hecho de que justo se haya escapado la victoria en el partido en el que mejor juego se ha ofrecido.

Con este empate frente al Huesca, se mantiene esa especie de "maldición" en lo que va de temporada, que dice que el Sporting no ha sido aún capaz de ganar un partido cuando su rival logra marcarle al menos un gol. Y de igual manera con este empate son cuatro ya los puntos que se han escapado de El Molinón. Dos goles, cuatro puntos. Así es la Segunda División.

Ahora, tras tres partidos en menos de una semana, el equipo tendrá nueve días por delante para preparar su siguiente compromiso. Será en Vallecas contra otro de los gallitos de la competición. No en vano de ganar el Rayo en el partido que aún ha de disputar en esta jornada, alcanzaría a los rojiblancos en la tabla clasificatoria. Esa misma tabla que tras diez jornadas, deja al Sporting con 18 puntos de 30 posibles. Un balance más que aceptable, pero que pudiera no ser suficiente a final de temporada de seguir en esa misma media, si a lo que se quiere aspirar es al ascenso por la vía rápida. Por si acaso, mejor volver a sumar de tres en tres.

Post Scriptum: con Álex López y Nacho Méndez fuera de la convocatoria, ¿cuál hubiera sido la solución a adoptar en el caso de necesitar un relevo en el doble pivote? Si en una ocasión así no se cuenta con Rachid, es evidente que el jugador ha de estar muy mal a los ojos de Herrera.