"Hicimos un buen partido, dominamos desde el inicio con una presión alta y llegamos con facilidad, pero queda el mal sabor de boca porque la semana no fue completa". No es el Sporting un equipo que se conforme con empates en su campo, ni siquiera ante rivales tan estimables como el Huesca que ha hilvanado Rubi. El consuelo que buscan los rojiblancos se encuentra precisamente en el potencial del contrario: "El Huesca es un gran equipo, que hizo muy buen partido y el empate puede considerarse justo".

Tras la victoria en León, el Sporting aspiraba a completar una semana fantástica para regalar a su afición. "Es complicado sacar nueve puntos en seis días, pero teníamos esa ilusión de poder hacerlo en casa", confiesa el valenciano. El Sporting dominó con claridad la primera hora de partido en la que "teníamos la sensación de llegar mucho con peligro". Sin embargo, le costó al equipo, al contrario que en anteriores apariciones en las que se adornó con un pegada tremenda, traducir ese dominio en ocasiones claras. "En otros partidos hemos tenido menos posesión que juego".

La visita del Huesca permitió al equipo reconciliarse con El Molinón. La afición del Sporting, que se había mostrado crítica en las victorias ante Lorca y Sevilla Atlético, reconoció el trabajo de sus futbolistas en el empate ante el Huesca. "Están siendo justos. No habíamos tenido un juego muy bonito, pero ayer estuvieron intensidad y nosotros notamos que se venían arriba". Rubén García concede una importancia "primordial" a El Molinón porque "en casa tenemos que ser muy fuertes".

Rubén fue el mejor del Sporting en el encuentro ante el Huesca, en el que participó en casi todas las acciones ofensivas de los rojiblancos. Incluso tuvo algunas buenas oportunidades para haber marcado: "Tuve una ocasión muy buena para el 2-0 tras un robo. Creí que Castro estaba en fuera de juego, pero también tenía golpeo, aunque se me fue un poco. Esa ocasión y la de Carmona fueron claves porque hubiéramos sentenciado".