Es el gran olvidado de Paco Herrera, como lo fue de Rubi. Su vida y su carrera sufrieron la marcha de Abelardo, el entrenador que apostó por él. Rachid Ait Atmane (Bobigny, Sena-Saint Denis, Francia, 4-2-93) rompe su silencio en LA NUEVA ESPAÑA. No hay un reproche, ni una mala palabra. Asume que tiene difícil jugar incluso siendo el único centrocampista disponible junto a Álex Bergantiños.
- ¿Cómo está?
-Bien. Me estoy entrenando fuerte para intentar ponerle las cosas difíciles al entrenador. Me siento en forma muy fuerte en cuanto a física y técnica, aunque me falta el ritmo de competición, que se coge rápido.
- ¿Está viviendo el momento más duro de su carrera?
-Es una situación nueva para mí, pero esto es largo, confío y tengo la ilusión de poder cambiar la opinión del entrenador.
- ¿Y el ánimo cómo lo tiene?
-Estoy muy ilusionado con la idea de trabajar y esperando que me llegue el momento de jugar y de ayudar al equipo.
- Con Sergio y Álex López lesionados, ¿será su momento?
-Se lo tendría que preguntar al entrenador. Lo que yo espero es que Sergio y Álex vuelvan rápidamente de sus lesiones.
- ¿Cuántas posibilidades cree que tiene de jugar?
-No lo puedo decir. Es verdad que faltan muchos centrocampistas, yo intento estar al máximo nivel. Si el entrenador me da la oportunidad, intentaré mostrar mis cualidades y ayudar.
- ¿Habló con Torrecilla?
-Lo hice el día que se cerró el mercado, pero no he hablado mucho con él. Suelen hacerlo mis representantes.
- ¿Se plantea una salida en el mercado de invierno?
-Es muy pronto para decir algo, queda todavía un mes y medio. Si las cosas no cambian, claro que tendremos que hablar con el club. Soy un jugador joven todavía y necesito jugar para seguir mejorando. Lo ideal para mí sería disfrutar de jugar al fútbol en el Sporting.