Un gol de penalti rompió el ritmo del Sporting B en Tudela. José Alberto, obligado en parte por las bajas de Mateo Arellano y Nacho Méndez, presentó un equipo con varias novedades que plantó cara a un rival muy experimentado. En un partido de mucha exigencia, los guajes dieron la cara, aguantaron el empate inicial hasta el descanso y sólo cedieron desde el punto de penalti.

José Alberto mantuvo la defensa de cabecera, pero introdujo algunas caras nuevas de medio campo hacia adelante. El extremo Travér, Bertín y Pablo Fernández quisieron darle vuelo al equipo en un campo muy abierto en el que no es fácil jugar. Los rojiblancos tuvieron algunas opciones para hacer gol, pero el Tudelano aplicó su experiencia y el gol de Víctor Bravo de penalti resulto decisivo.