Nació en Gijón, se crió en Valencia y consiguió como entrenador del Albacete un doble ascenso que metió a los manchegos en Primera por primera vez en su historia. Benito Floro Sanz (2-6-1952) espera en la capital del Turia, donde reside, nuevos proyectos para seguir entrenando. El que fuera técnico del Sporting durante la campaña 1996-97 atiende a LA NUEVA ESPAÑA a través de un cuestionario. Hace poco se cerró su etapa al frente de Alajuelense, conjunto de Costa Rica del que prefiere no hablar. Esta experiencia dio continuidad a sus numerosas incursiones en el fútbol extranjero, tras tocar techo en España como técnico del Real Madrid. Ha sido seleccionador de Canadá y entrenado a equipos de ligas tan dispares como el Wydad Casablanca, de Marruecos, o el Monterrey, en México.
- ¿Qué le parece el proyecto que están liderando Paco Herrera y Miguel Torrecilla con el objetivo de devolver al Sporting a Primera?
-Paco es un entrenador experto, con una idea de dirección muy competitiva y firme. Miguel lleva sus años de experiencia empezando desde abajo. No tengo dudas de que si les respeta, conseguirán conducir el equipo al ascenso.
- ¿Considera al Sporting un favorito al ascenso a Primera División?
-Sí, por lo dicho anteriormente y porque la diferencia de puntos con los primeros puestos es alcanzable. Nunca me gustó, ni me gusta, la valoración, a nivel de puntos, de los empates. Una mala racha de tres de ellos crea muchas tensiones.
- ¿Qué partido espera el próximo domingo, en el que los rojiblancos visitan a un equipo tan especial para usted como el Albacete?
-Será un partido tenso, porque ambos tienen necesidad de ganar. El estadio y la cancha son buenos. Ojalá que gane el que se lo merezca por juego, que no por acierto.
- ¿Fueron sus dos etapas en el Albacete las que mejor recuerdo le han dejado en su carrera deportiva más allá de la Copa del Rey y la Supercopa conquistada con el Madrid?
-Desde el primer juvenil que dirigí hasta el último equipo que dirija, todos estarán siempre en mi recuerdo con la misma intensidad.
- ¿Qué supuso para usted la campaña en la que entrenó al Sporting?
-La realización de una ilusión.
- ¿Se arrepiente o cambiaría algo de aquel año en el que estuvo al frente del equipo rojiblanco?
-No me arrepiento de nada porque sé lo que es el fútbol y lo que conlleva; que las cosas vayan bien o mal es asunto de una mesa de cuatro patas: directiva, plantilla, técnicos y medios de comunicación. Todo lo demás es quitarse pulgas de encima o asumirlas todas y no suelo hacer ninguna de las dos.
- ¿Qué cree que faltó para que usted terminara aquella temporada en la que finalmente se logró la permanencia en Primera?
-Es algo que si no lo dije entonces, no lo voy a decir ahora.
- ¿Echa de menos entrenar en España?
-No, son ciclos y hay que saberlos llevar. Además hay muy buenos entrenadores jóvenes a los que hay que dejarles paso.
- Ha trabajado en Japón, México, Ecuador, Marruecos? ¿Por qué enfocar su carrera al extranjero? ¿Se siente más valorado fuera?
-No, es como me viene. Nunca he preparado el siguiente equipo. Nunca usé representante, por tanto voy a lo que me gusta de lo que me proponen.
- ¿Cómo ha sido su experiencia al frente del combinado de Canadá? ¿Es muy diferente la tarea de seleccionador a la de entrenador de un club?
-Sí, es diferente, y más en un país tan grande que además no tiene liga propia, aunque a pesar de ello tuvimos opción de clasificar a la hexagonal hasta el último momento. Fue una experiencia muy positiva.
- ¿Cómo es el día a día ahora que se encuentra sin equipo? ¿Reside fuera, ve mucho fútbol, aprovecha para descansar, está inmerso en algún otro proyecto??
-Lo aprovecho para estar con la familia y, por supuesto, ver nuestro fútbol y lo que sea atractivo del exterior.
- ¿Cuándo fue la última vez que ha estado en Gijón y cuánto hace que no pisa El Molinón?
-En Gijón creo que estuve antes de irme a Canadá, con mis entrañables amigos. No tardaremos en ir porque los echamos de menos, así como caminar por el paseo de la playa de San Lorenzo y tomar una sidrina. La última vez que estuve en El Molinón fue hace más de diez años, presenciando un partido del Sporting contra no recuerdo qué equipo, en el que Marcelino era el entrenador y estaba en juego la oportunidad de pelear por el ascenso. El estadio estaba lleno y, como siempre, con el mejor césped del mundo mundial.
- ¿Qué opina de la evolución del S porting durante los últimos años?
-Muy positiva con Abelardo. Hay que asumir que doce de los veinte equipos de Primera División tienen difícil mantenerse, por lo que hay que estar siempre confeccionando conjuntos para estar en la máxima categoría y en caso de desgracia de descenso, estar listo para volver al año siguiente.
- ¿Qué mensaje le enviaría a la afición rojiblanca?
-La afición del Sporting es muy fiel, exigente y entendida. Así que lo único que hay que desear a todo el sportinguismo es que siga así y que el equipo no le falle.
