El Sporting puede decir que en Albacete llegó a sentirse como en casa. El "Asturias patria querida" sonó con un solo de gaita a la puerta del hotel de concentración rojiblanco cuando el equipo procedió a desplazarse al Carlos Belmonte. Un detalle cortesía de la peña sportinguista Torrevieja, desplazada para la ocasión a tierras manchegas, y que contó con los vítores de otros peñistas, como los miembros de Matagigantes, llegados de la capital de España.

Se fueron sumando, posteriormente, otros grupos como los de De Madrid al Cielo para animar a los de Herrera y combatir los 4 grados de temperatura que marcó el termómetro del campo del Albacete. Javier Fernández, presidente del Sporting, se desplazó a Albacete junto a Ramón de Santiago, secretario del consejo de administración. Fueron recibidos por el asturiano Jorge Buergo, director general del conjunto manchego. El gijonés David Caelles, exentrenador de la cantera del Sporting, también se dejó ver entre los más de 200 sportinguistas en las gradas, destemplados por un empate que deja a medias.