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¿Qué fue de ellos?

La doble herencia de Pablo

El exjugador de Sporting y Zaragoza regenta un camping en Pechón y tiene a sus hijos divididos: Hugo es blanquillo y Micaela, rojiblanca

La doble herencia de Pablo

"Tengo dos maños en casa. El mayor, Hugo, es zaragocista. A la pequeña, Micaela, le tira el rojiblanco". Los hijos de Pablo Díaz Stalla (Buenos Aires, Argentina, 5-8-1971) reflejan la importancia que se le da en casa a los clubes que han marcado su vida. Ambos nacieron durante su etapa como blanquillo, conjunto en el que estuvo seis campañas en las que hubo tiempo para ganar dos Copas del Rey y vivir un ascenso a Primera. "Soy sportinguista de cuna y eso siempre tira más", reconoce el exrojiblanco, que llegó a Mareo en juveniles y tardó poco en consolidarse en polivalente lateral del primer equipo, en el que jugó ocho años antes de mudarse a Aragón. Colgó las botas en 2004 y ahora regenta en Pechón, Cantabria, uno de los negocios de la familia: el camping Las Arenas.

"Sporting y Zaragoza son plazas de una exigencia máxima, y cuando los resultados no van bien, te aprietan", señala Pablo ante la situación en la que llegan ambos equipos al choque de este domingo en El Molinón. Los dos conjuntos han sumado una victoria en las últimas siete jornadas y están fuera de las seis primeras plazas, las que dan acceso a su objetivo, el ascenso. "Es cierto que al Sporting, por acabar de bajar, se le pide más, pero esta categoría pone a cada uno donde se merece. Esto es largo y ni en octubre vas a ascender porque el equipo esté metido arriba, ni en diciembre por estar abajo debes olvidarte de subir a Primera. En el cuerpo técnico del Sporting hay gente experta. Ellos lo saben", destaca para defender la labor de Paco Herrera. "Hay buen equipo y creo que las cosas saldrán bien", añade. El exrojiblanco espera que el duelo del domingo, que vivirá en El Molinón como abonado y accionista del club rojiblanco, sea el de dos conjuntos valientes. "Confío en que sean dos equipos con protagonismo con el balón. Sólo el Zaragoza, por el hecho de ser el visitante, puede iniciar el partido con la intención de esperar que el rival salga más arriba", comenta.

Avala el nuevo proyecto de los maños, marcado por una profunda renovación, tanto en el banquillo como en el equipo. "El problema del Zaragoza es que lleva varios años en esa dinámica, sin mantener un bloque. De esta forma es más difícil meterse en la parte alta de la clasificación. Y si no asciendes, ¿cuántos van a quedar? Ésa es la rutina", lamenta. "El entrenador lo está haciendo bien y tienen plantilla para intentar estar arriba", prosigue el exjugador del Sporting.

Pechón, la localidad cántabra donde nació su padre, recientemente fallecido, y que le acogió cuando la familia regresó de Argentina siendo Pablo un niño de dos años, es el lugar donde reside. Comenta con rabia el haber tenido que aparcar "las pachangas" con los veteranos del Llanes por culpa de una rodilla que "no me deja hacer casi nada". Le toca matar el mono de fútbol viendo "todos los partidos del Sporting que puedo, y alguno del Zaragoza", y siguiendo a su hijo. "Juega en el juvenil del Llanes y es también lateral", apunta sin mojarse sobre si Hugo comparte alguna de sus cualidades.

Al guaje, curiosamente, también le está dando problemas una rodilla. "Tuvo en septiembre una lesión de menisco", explica el padre, preocupado en que haya una buena recuperación para que la nueva generación asegure continuar con la herencia familiar, en el campo y en el camping.

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