Quizá sea una casualidad o quizá un síntoma de esa presión que dice Paco Herrera que sienten sus futbolistas en El Molinón. El caso es que el punto de penalti ha resultado fatídico para los rojiblancos, que han marrado cuatro de los cinco que han lanzado esta temporada (sin contar la tanda copera ante el Numancia en la que también salieron perdedores). Curiosamente, Santos anotó el primero de los señalados tras una ácida discusión con Scepovic. Fue también el único de los cinco que el Sporting ha tirado lejos de su estadio. El uruguayo transformó en Tarragona de forma espléndida y por la escuadra un lanzamiento intrascendente que sirvió para redondear la goleada rojiblanca (0-4).

Desde aquella tarde, aún veraniega, al Sporting le han señalado otras cuatro penas máximas. Todas en El Molinón, todas falladas por cuatro lanzadores diferentes y las cuatro detenidas por los porteros. Por los once metros han desfilado Carmona, Scepovic, Carlos Castro y Santos. Supuestamente, los mayores especialistas del Sporting en esta suerte más complicada de lo que pudiera parecer.

Por eso, cuando a cinco minutos del final del partido del pasado domingo, el árbitro señaló un discutible penalti a favor de los rojiblancos y el Sporting tuvo la oportunidad de igualar la contienda, un rayo de desconfianza atravesó El Molinón. Y eso que la responsabilidad la asumió Santos, el único rojiblanco que había transformado un penalti.

El resultado fue el mismo de los anteriores. Cristian adivino el blando y previsible lanzamiento del uruguayo y se multiplicó para achicar también el rechace ganado por Pablo Pérez. La veda la abrió el portero del Lorca Dorronsoro que rechazó el lanzamiento de Carmona. En aquella ocasión Canella ganó el rechace y logró centrar para que Rubén García anotase de cabeza el gol de la victoria. También fue intrascendente el lucimiento del portero del Sevilla Atlético Caro, que tuvo los lanzamientos de penalti de Scepovic y Carlos Castro en un partido que acabó con goleada (3-0).

La teoría de Ángel Rodríguez, segundo de Herrera, apunta a que el Reus, que falló dos penaltis en la eliminatoria copera ante el Sporting (y venía de una racha nefasta desde el punto fatídico), habría traspasado el gafe a los rojiblancos. En la siguiente ronda, Dani Martín le paró un penalti al Numancia en el partido, pero luego no alcanzó a evitar la eliminación rojiblanca en una tanda en la que ya se dejó ver que había un problema.