"No soy de esos jugadores que están todo el día enganchados al fútbol. No siento esa necesidad". En realidad, Rafel Sastre Reus (Binisalem, Mallorca, 22-10-75) no era un gran aficionado al fútbol ni en sus años como futbolista. El gran capitán del Sporting se tomaba el fútbol como una profesión que ejecutaba con la máxima dedicación. Por eso no sorprende que haya desconectado: "Lo único que me une un poco al fútbol es que mi hermano sigue jugando, que sigo al Sporting y que tengo los guajes jugando". Y ahí, en esos "guajes", como sigue llamando a sus hijos, aparecen los fuertes lazos que lo vinculan a Gijón y al Sporting.

Rafa Sastre vistió, con el máximo orgullo, la camiseta rojiblanca durante diez temporadas y la defendió en 324 partidos oficiales de Primera y Segunda división de Copa del Rey. "La última vez que estuve en Gijón fue el pasado mes de junio, para una fiesta sorpresa que le hicieron a Gerardo Ruiz en el colegio".

Tras el dejar el Sporting jugó una temporada en el Huesca y otra en el Atlético Baleares antes de colgar las botas y regresar "al pueblo", a Binisalem. "Trabajo con mis hermanos en el negocio de mis padres, que es un obrador y panadería. Pero no es algo al uso. Fabricamos sólo un pan típico de Mallorca con el que se cocina la sopa mallorquina. Ni repostería ni barras", explica.

De lo que no ha desconectado Sastre es del deporte. "Para pasar el rato, me dedico a correr carreras de montaña, por el monte, como las cabras", bromea antes de aclarar que "he hecho carreras de corta y media distancia, en las que me ha ido bien, y algún Ultra Trail". Otra cosa que ha tenido que dejar de lado por falta de tiempo es su afición a la guitarra. A la carrera volverá a Asturias: "En julio correré la carrera de Somiedo que organiza el hermano de Javi Fuego, tengo ganas".