El Real Sporting no consiguió detener la caída libre en la que se encuentra el equipo rojiblanco. En un encuentro propicio para buscar la reacción, ante un filial azulgrana en crisis, los de Paco Herrera realizaron una horrible primera parte que permitió a los locales irse con una ventaja de dos tantos en el marcador y, lo que es peor, dejó una imagen de equipo moribundo sobre el césped.

En la segunda mitad tras perder los locales una clarísima oportunidad para marcar el tercero, consiguió el Sporting reducir distancias por mediación de Álex Pérez y se lanzó en busca del empate a base de coraje y corazón pero sin las ideas claras que le hubieran permitido lograr, al menos, el empate en el luminoso.

Ante el aluvión de bajas que asola al equipo gijonés, Paco Herrera optó por volver a la defensa de cuatro con Juan Rodríguez en el lateral y Quintero como central. Álex Pérez y Nacho Méndez en el centro del campo con Santos y Viguera en la punta de ataque.

La puesta en escena del equipo asturiano no fue buena. Replegado atrás parecía esperar a que algo ocurriera para desnivelar el partido. Ese algo fue el gol de los locales. Aleñá aprovechó un mal despeje de Barba para batir a Mariño a placer.

Sin reacción del Sporting continuaba la primera mitad cuando en una contra Lozano peinó para Arnáiz que encaró a Mariño y lo batió de disparo cruzado.

El Sporting deambulaba por el campo y el panorama no parecía mejorar tras el descanso cuando Aleñá falló una clarísima oportunidad para marcar el tercero en un uno contra uno que el meta salvó con la punta del pie.

Todo cambió en el minuto 49. En un saque de esquina y tras un rechace, Álex Pérez consiguió rematar con la cabeza a la red.

Desde entonces el Sporting se lanzó a un desaforado ataque que consiguió encerrar al filial en su área. Con las incorporaciones de Rubén García, Scepovic y Castro el dominio se hizo muy palpable pero sin muchas ocasiones de gol.

Los gijoneses abusaron del balón largo al área en busca de los delanteros lo que facilitaba mucho la labor de la defensa catalana. A pesar de los nervios del filial el ataque poco ordenado de los rojiblancos no consiguió inquietar realmente a los catalanes.

Con el paso de los minutos los de Gerard fueron recuperando poco a poco algo de posesión y buscaron las contras sobre la meta de Mariño.

Dominio estéril del Sporting que apenas inquietó a Ortolá. Solo Santo estuvo a punto de marcar en un disparo que se le marchó rozando la escuadra.

Reacción insuficiente (y desordenada) del Sporting que deja a Paco Herrera muy tocado. Con solo 2 de los últimos 18 puntos en juego conseguidos, los gijoneses se alejan cada vez más del objetivo del ascenso.

La necesaria victoria será buscada en El Molinón el próximo domingo a las 18:00h frente al CD Tenerife.