"¿El director deportivo toma todas las decisiones deportivas? Casi nunca es así". Paco Herrera tiene la mosca detrás de la oreja. El entrenador del Sporting pone en cuarentena las palabras de Javier Fernández, presidente rojiblanco, que señaló tras la derrota ante el Zaragoza que la continuidad de Herrera debe decidirla Miguel Torrecilla, director deportivo. "Cada club tiene su manera de proceder y cuando hay decisiones extremas, el consejo o el presidente pueden entrar en eso. Aquí no sé cuál es el modus operandi", advierte antes de concretar que en Vigo ya fue destituido con Torrecilla en la secretaría técnica, "pero fue por el presidente". "Tengo la sensación de que me juego el puesto ante el Barcelona B. Pero no sólo para este partido, entiendo que para el siguiente también porque la situación es difícil. Partido a partido", afirma.

"No voy a dejar de pelear. Este equipo va a acabar arriba. Lo sé", subraya Paco Herrera ante la mala dinámica de resultados que arrastra el Sporting. El entrenador rojiblanco asegura que no se ha reunido con Javier Fernández esta semana y respecto a sus encuentros con Torrecilla, niega que hayan tratado sobre su continuidad. "Hemos tenido conversaciones, pero ninguna relacionada con esa situación. Está trabajando en qué puede necesitar el equipo para cuando se abra el mercado y me va comentando cosas", defiende Herrera.

El entrenador del Sporting admite que ante el Barça B volverá a la defensa de cuatro "en parte, por obligación"; pondrá a Juan Rodríguez como lateral derecho y que prescinde de citar a Adri Montoro por decisión técnica, dejando la lista de convocados sin un lateral diestro específico. Admite su preocupación por las numerosas lesiones que acumula el equipo a estas alturas. "Noviembre es un mes de lesiones en todos los clubes, pero no tantas como las que tenemos nosotros", advierte sin saber concretar a qué puede deberse. Herrera evita hablar sobre el respaldo que está encontrando en Miguel Torrecilla. "Uno no puede hacer ese tipo de valoraciones. En el fútbol sucede algo fantástico, y todo cambia. O sucede algo catastrófico, y sucede lo que tenga que suceder. No es algo que a mí me afecte o me influya. Lo único que me preocupa es hacer el mejor equipo posible", comenta el entrenador rojiblanco. "Si no estuviera yo, y el equipo no fuera bien, las críticas serían las mismas. Supongo que hacia diferentes personas, pero serían las mismas", añade. "El resultado del otro día fue injusto, pero cuando se pierde la gente no reconoce que el equipo ha jugado bien y no lo ha merecido. Eso es grave también", desliza. Herrera se reencontrará esta noche en Barcelona con José Arnaiz, del que fue su mentor el año pasado en Valladolid. "Juegan sin presión. Están metidos abajo, pero no les afecta", concluye sobre el Barça B.