El ambiente en la puerta B-69 del Aeropuerto del Prat de Barcelona, a primera hora de ayer, mostró el estado anímico del Sporting. Caras largas entre los jugadores, rostro serio y pocas palabras entre los técnicos rojiblancos. Herrera, Ángel Rodríguez y David Chorro siempre juntos. Todos a la espera de iniciar el embarque para el vuelo de vuelta a Asturias tras una nueva derrota que agudiza la crisis de un Sporting sin reacción.

No cambió el semblante cuando el equipo descendió del autocar que le recogió en el Aeropuerto de Asturias para trasladarle a Mareo, donde estaba fijada una sesión de entrenamiento regenerativa. Al contrario que ocasiones anteriores, ninguno de los futbolistas citados para la visita a Barcelona saltó al césped, con la excepción de Pedro Díaz. El canterano, que no participó en el Miniestadi, se ejercitó junto a Rubén Biempica, preparador físico del filial, en vista a jugar hoy con el Sporting B.

Los únicos integrantes de la primera plantilla que se ejercitaron sobre el campo número 2 fueron los lesionados Xandao, Lora y Sergio. Todos tocaron balón en una nueva jornada de recuperación junto a César Castaño, preparador físico de la primera plantilla. La imagen que todos esperaban, la de volver a ver a Paco Herrera de corte, asumiendo el mando de la nave rojiblanca, no llegó a darse. Sí se dejó ver el segundo entrenador del Sporting, Ángel Rodríguez, que quiso conocer el estado de los tres jugadores que estaban sobre el terreno de juego y departió, especialmente, con Lora. Ángel Rodríguez no podrá sentarse el domingo en el banquillo tras ser expulsado ante el Barça B por hacer caso omiso a una indicación del cuarto árbitro.