Gijón, P. ANTUÑA

La tradicional comida navideña se celebró en el Restaurante Bellavista, en el entorno de la playa de San Lorenzo, con un aperitivo previo en la terraza junto al sol. Y una comida posterior en la que el presidente Javier Fernández dirigió unas palabras, en un encuentro que sirvió para que todos los asistentes se conjurasen para disfrutar de un buen 2018 a nivel deportivo.

El menú se componía de tres platos y un postre. Como entrante la plantilla, directiva y trabajadores del club disfrutaron de una ensalada de aguacates, langostinos y vinagreta de frutos secos. A continuación se deleitaron con una crema de bogavante, antes de pasar a un solomillo de ternera con foie y salsa Pedro Ximénez. Para el postre tenían una elaboración bautizada como "La manzana y la sidra". Todo ello estuvo regado por un vino Rioja Faustino V Crianza, y un Rías Baixas Abadía San Campio.

La comida sirvió también para ver a Baraja acercándose a los miembros del consejo de administración. El técnico estuvo sentado en la mesa entre el presidente y el vicepresidente del Sporting. Baraja, que fue de los últimos en llegar al restaurante, también se mostró muy cercano a los veteranos, y charló con Redondo y Cundi para conocer más detalles de la entidad.

Los jugadores de la primera plantilla se dividieron en dos mesas, mientras que en la principal de la sala junto a Javier Fernández, Javier Martínez y Rubén Baraja también estaban Fernando Losada, Germán Robles, Ramón de Santiago, Quini y Miguel Torrecilla.