"Ser juvenil de primer año y tener la oportunidad de debutar con el Sporting B es todo un premio". Pelayo Morilla Cabal (Oviedo, 12-7-2001) ha completado una semana perfecta. A su estreno en la división de bronce con tan solo 16 años, le ha sumado una nueva llamada de la selección española sub-17. El rojiblanco se enfrentará a Italia en Turín el próximo miércoles, 17 de enero, dentro del camino hacia una de sus siguientes metas. "Este año hay Europeo y si todo va bien y me respetan las lesiones será una gran recompensa tener la oportunidad de participar", subraya el ovetense, a quien el club blindó el pasado verano integrándole en el programa de becas como respuesta a tentativas de equipos como el Barcelona.

"De pequeño iba a jugar a fútbol al Parque de Invierno. El padre de un amigo mío nos vio y nos apuntó en el Astur. Ahí empezó todo", explica Pelayo Morilla sobre sus inicios con la pelota. Este vecino del barrio ovetense de Montecerrao no tardó en llamar la atención más allá de su círculo de amistades. "En el momento que me dijeron que me quería el Sporting ni me lo pensé", comenta cuando, en el segundo año de alevines, se incorporó a la cantera rojiblanca.

La progresión de Morilla en Mareo ha sido constante y se refleja en que ha sido ya internacional sub-16 y sub-17. En la temporada actual ha contribuido activamente en la impecable trayectoria del juvenil, líder en División de Honor. "Todo el equipo está a un nivel espectacular, no sólo yo. Parece que este año está más cerca poder ser campeones, pero no va a ser nada fácil", comenta este alumno del colegio ovetense de las Dominicas. El rojiblanco, que puede actuar como extremo en cualquiera de los dos costados del campo, reconoce que se siente más cómodo "como enganche o un poco escorado a la derecha" y lanza un deseo más allá de una campaña que pinta muy bien en el juvenil y en el filial. "Voy a dar el máximo para poder debutar algún día en El Molinón", concluye.