La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los Carnicero de El Molinón

José Antonio Martín cumple 30 años de responsable de accesos al municipal gijonés, labor que heredó de su abuelo "El Titi"

Carnicero, segundo por la izquierda, junto a Emilio Aragón, en una visita del artista a El Molinón. FOTO CEDIDA POR JOSÉ ANTONIO MARTÍN CARNICERO

"Me apellido Carnicero, pero mi profesión es la de pescadero y siempre digo que el colmo es que tengo dos hijas chuletas". José Antonio Martín Carnicero (Gijón, 10-5-1970) no lo dice en broma, pese a que su carácter socarrón se perciba en el guiño a Noelia y Rocío, sus herederas. Trabaja durante la semana como pescadero en un conocido centro comercial gijónes y su tiempo libre lo dedica al Sporting. El actual responsable del acceso de prensa de El Molinón cumple treinta años en el club, donde ha desempeñado diferentes labores relacionadas con las distintas entradas al municipal gijonés y a Mareo. Un trabajo que su abuelo, Fermín Carnicero, "El Titi", le dejó como legado.

"Tengo anécdotas pa escribir un libru", comenta Carnicero, como le conoce más de medio Sporting. El resto le llama "Pesca", seguramente porque la primera vez que le vieron fue detrás del mostrador del Carrefour. "Siempre hubo mucho picaresca para entrar gratis al fútbol. Recuerdo uno que apareció a la puerta con un traje muy antiguo de Protección Civil. Le paré y lo mejor fue después. Para acreditar que venía a reforzar el dispositivo en el campo abrió el chubasquero que traía y me enseñó un botiquín del 112 amarrado a la cintura. Le di la vuelta sin poder evitar la risa", explica el gijonés, al que le sobra guasa para contar sus experiencias y que, entre otras cosas, ha sido también "speaker" en la Vuelta a España.

"Otro día me vino uno con una funda de Hidroeléctrica (antigua Edp). 'Vengo a mirar los enchufes', decía", recuerda entre carcajadas por lo poco cuidado del disfraz del personaje ante una de las puertas de El Molinón. "Los años en los que 'El Roxu' (histórico conserje de El Molinón, ya fallecido) iba a por hielo a Los Cisnes (establecimiento hostelero) había quienes venían con una barra de hielo al hombro para que no los pararas", relata del ingenio de otros. Carnicero echa de menos los tiempos en los que al fútbol se podía entrar "con la bota vino y se repartía chorizo entre la gente mientras se veía el partido de pie". Una cercanía que ha querido mantener en su carácter, cordial y dicharachero, y con el que se gana a los futbolistas a los exigentes directores de la Liga, con los que trata para atender el exigente protocolo que se aplica en los campos de fútbol.

El rigor no le coge de nuevo a este antiguo miembro del ejército que llegó a ser instructor de Infantería Marina en el Tercio Norte. "Así conocí a Nico Rodríguez", comenta Carnicero sobre el que fuera director deportivo rojiblanco, al que tuvo a sus órdenes cuando Rodríguez fue destinado a El Ferrol para cursar el servicio militar. "Luego volví a Gijón, empecé a trabajar en el sector de la madera, la decoración... Mi abuelo se jubiló y yo entré como reserva para ocupar su plaza en 1988", señala como la fecha que conmemora el treinta aniversario que celebra esta campaña. No tiene pensado nada especial para festejarlo. Tiene muy claro cuál es la mayor satisfacción. "¿Sabes cuál es el privilegio de todo esto? Que me ha permitido que ahora pueda ir a tomarme un café junto a ídolos de infancia como Joaquín o Quini", concluye. Así es Carnicero.

Compartir el artículo

stats