La anécdota no es actual, se produjo en junio de 2014. Las Palmas visitó Gijón para enfrentarse al Sporting en el primer partido de aquella promoción de ascenso. El hotel de concentración del conjunto amarillo era uno de los habituales, próximo a la playa de San Lorenzo a la altura de la desembocadura del Piles. El centrocampista, en su rato libre, salió a dar un paseo por el Muro y quedó gratamente impresionado por el escenario y por el ambiente que se vivía en la ciudad. Santana no iba solo y en un momento del paseo le comentó a su acompañante: "Si un día me voy de Las Palmas, jugaré en el Sporting". El pronóstico del futbolista canario se ha cumplido tres años y medio después. Hernán lo recordaba esta misma semana en una conversación con su acompañante de aquel paseo.