"Es todo lo contrario a nosotros". El entrenador del Nàstic, Rodri, resume en una frase la esencia del enfrentamiento del domingo entre su equipo y el de Rubén Baraja. Otra forma de decirlo es que el Sporting se mira en su espejo. La racha de Baraja, con un pleno de victorias y de goleadas como local, se mide al poderío del Nàstic lejos de su estadio que lo convierte, junto a Osasuna, en el mejor visitante de la competición, con 18 puntos sumados en una docena de desplazamientos.

El Sporting de Baraja se muestra intratable en casa, pero aún no ha conseguido estrenar su casillero de puntos en sus dos salidas a Granada y Lugo, ante dos rivales de la zona alta de la clasificación. El objetivo de los rojiblancos pasa por mantener su buena dinámica en casa, acercarse de nuevo al play-off y llegar con buenas sensaciones al derbi ante el Oviedo.

El Nàstic, por su parte, cumple al detalle con la tradición del buen marido, que se deja en casa todo lo que gana fuera. Las cifras del conjunto catalán son sorprendentes. De sus 28 puntos, ha sumado 18 lejos de su estadio y sólo diez cuando actúan como anfitriones.

Será un choque entre dos estilos bien marcados. El conjunto catalán dejará la iniciativa al Sporting y tratará de protegerse y sufrir los mínimos rasguños posibles para cazar a los rojiblancos a la contra. Una receta sencilla que ya les hizo ganar en Soria, Pamplona y Vallecas. Ahí es nada.