"Es un derbi y tenemos que saber que es especial, distinto, único". Rubén Baraja se deja ir levemente a cuarenta y ocho horas del derbi, pero nunca pierde el control de las emociones. "Hemos percibido lo que significa el derbi para Gijón y tenemos que saber canalizar esa tensión para llevarlo a modo positivo", argumenta antes de matizar que "tiene más trascendencia para los aficionados que para los profesionales".

Baraja regatea la condición de favorito pero puntualiza que "el Sporting se tiene que sentir con la ambición de sacar la victoria en cualquier campo". También precisa el técnico que "en los derbi las dinámicas importan muy poco". El preparador rojiblanco da la receta para encarar el derbi en las mejores conudiciones: "Hay que jugar con inteligencia para encontrar el punto óptimo de tensión, pero también con el corazón".

Rubén Baraja no esconde que para el Sporting "es un partido importante, por el escenario, por la posibilidad de mejorar números fuera de casa y porque si ganamos nos vamos a creer que podemos llegar arriba". En lo puramente deportivo, Baraja ve a Santos y a Calavera con plenas opciones de jugar el domingo aunque avisa de que "necesitamos gente que esté al 120%".

El entrenador rojiblanco analiza los movimientos del Sporting en el mercado invernal en el que completó cuatro salidas y cuatro fichajes. "Hemos buscado jugadores que nos den alternativas diferentes en la plantilla", arranca antes de completar explicando que "queríamos una plantilla corta para poder tirar del filial". En cuanto a la justificación de algunas operaciones resume que "era importante que la gente se sintiera con ganas, con hambre, que estar aquí fuera su primera opción", con lo que parece justificar las salidas de scepovic y Moi Gómez. Para Baraja, lo principal es que "la palabra clave del vestuario sea compromiso".