El consejo de administración del Sporting se reunió ayer para analizar la situación del conjunto rojiblanco tras la derrota en el derbi. El encuentro, envuelto en forma de comida en un restaurante gijonés, sirvió para hacer balance de un momento en el que el equipo ha reabierto las dudas sobre su capacidad para lograr el ascenso. No estuvo presente el entrenador del Sporting, Rubén Baraja, ni el director deportivo, Miguel Torrecilla. El club confía en la reacción del equipo para poder atar, como mínimo, un puesto de promoción. El conjunto gijonés está obligado a revertir, cuanto antes, su trayectoria a domicilio, donde lleva cuatro meses sin ganar.