El Sporting desvió el camino en León y sigue sin encontrarlo. Los rojiblancos continúan sin ganar a domicilio desde la visita, el 10 de octubre, a la Cultural Leonesa. Cuatro meses sin triunfos como visitantes que se resumen en dos puntos de veintiuno posibles lejos de El Molinón. Una dinámica alimentada en el derbi asturiano y que es ya preocupante para un conjunto que necesita sumar en casa y fuera para terminar la temporada entre los seis primeros de la clasificación.

Nadie acaba de encontrar la fórmula para volver a ganar a domicilio. El triunfo ante el Cultural pareció alumbrar a un Sporting que recuperó el equilibrio a través del tándem formado en el centro del campo por Bargantiños y Sergio. La posterior baja por lesión del avilesino minó un estilo que se fue fracturando a medida que el paso de las jornadas y las lesiones cerró la etapa de Paco Herrera en el banquillo. Antes, se sumaron los dos únicos puntos que desde entonces ha logrado el Sporting a domicilio. Primero en Vallecas, con un partido muy serio de los rojiblancos, y más tarde en Albacete, ante un conjunto manchego en plena efervescencia con Enrique Martín al mando.

Baraja asumió el reto de romper con esa especie de maleficio que castiga al equipo cada vez que toca viajar. Estuvo cerca de conseguirlo en Granada, donde a pesar de que el equipo mostró una imagen discreta, las decisiones arbitrales privaron al Sporting de haber arañado un punto. Fue en Lugo donde se consiguió dar un paso adelante para acreditar fuera de casa la condición de equipo que quiere meterse en zona de ascenso. El que muchos jugadores definieron como el mejor partido a domicilio de la temporada, tampoco fue suficiente para sumar. El paso por el Tartiere ha subrayado aún más esta problemática.