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El Sporting de Baraja no mejora al de Paco Herrera

Los rojiblancos ocupan la misma posición en la tabla y se encuentran a los mismos puntos de la promoción pese al cambio de entrenador

El Sporting de Baraja no mejora al de Paco Herrera

El paso por el Tartiere devuelve al Sporting al punto de partida. La esperada remontada rojiblanca tenía la parada en Oviedo como uno de los tramos decisivos para dar un golpe de efecto, anímico y clasificatorio, para meterse de lleno en la pelea por el ascenso. La derrota, tras una segunda parte decepcionante, deja como consecuencias volver a una situación similar a la que motivó el cambio en el banquillo y la llegada de Baraja. Los rojiblancos han estrenado febrero en el mismo puesto, décimo, y a la misma distancia de la promoción, cinco puntos, que cuando el Pipo tomó la riendas del conjunto gijonés recién iniciado diciembre. Quedan por delante diecisiete jornadas para encontrar la regularidad que devuelva al equipo al tren de cabeza, pero la reacción no se puede hacer esperar.

El tiempo juega en contra de un Sporting que sigue sin tomarle el pulso a la competición. Los rojiblancos dan una de cal y otra de arena en función de que el partido sea en El Molinón o como visitante. El derbi evidenció que, en pleno mes de febrero, el equipo está todavía por hacer. Los movimientos en el mercado invernal han revuelto un poco más a un conjunto necesitado de estabilidad para consolidar la propuesta y las ideas de Rubén Baraja. El hecho de que se diera el debut de dos jugadores, Nano Mesa y Hernán Santana, es una muestra más de que se necesita aún tiempo para acabar de ajustar las últimas piezas. Un tiempo que escasea. Y queda por estrenarse otro futbolista, Alberto Guitián, que puede ser novedad esta misma semana para recibir al Numancia, ante la baja del sancionado Barba.

La llegada del Pipo contagió la ilusión para dar un estirón clasificatorio que sigue sin producirse. La realidad es que los rojiblancos están en idéntica situación en la tabla que cuando el club decidió la salida de Paco Herrera en busca de un giro en los resultados. Es de justicia decir que las sensaciones son diferentes y que Baraja cuenta con una media de puntuación superior a la de su antecesor en el cargo, aunque sea mínimamente. El ritmo de Baraja es de 1,7 puntos por partido, por los 1,3 de Herrera. También debe comentarse que los triunfos del vallisoletano se han dado ante equipos de la zona baja de la tabla (Tenerife, Córdoba, Alcorcón y Nàstic), mientras que ha perdido todos los que le han enfrentado ante rivales que van por delante en la tabla (Granada, Lugo y Oviedo).

El sábado visita El Molinón el Numancia, el equipo que endosó la primera derrota de la temporada a los rojiblancos con un contundente 3-0 en Los Pajaritos. Los de Baraja tienen la primera oportunidad para hacer olvidar las dudas que ha reabierto el derbi. Especialmente, por el fútbol desplegado en la segunda parte. El segundo tanto de Mossa dejó al conjunto gijonés sin capacidad de respuesta, un aspecto que se convirtió en el peor mensaje tras el prometedor arranque de partido que tuvo el equipo. El choque ante los sorianos también permitirá recortar diferencias con uno de los rivales directos en la pelea por entrar en los puestos de promoción. El Numancia marcha quinto, con 41 puntos, cinco por encima del Sporting. La meta de situarse entre los seis primeros sigue resistiéndose y van ya once jornadas. La última vez que los gijoneses figuraron dentro de los puestos de promoción de ascenso fue en la jornada 14, en la que ocupó el quinto puesto. El ascenso directo, situado a ocho puntos, se pone muy caro.

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