No es la primera vez que le sucede ya al Sporting durante esta temporada (ni será seguramente la última), que llega el fin de semana con su partido correspondiente y de lo que menos se ha hablado es del rival.

Era previsible que la dolorosa derrota en el derbi pudiera colear un par de días. Y más cuando el rival poco menos que le otorga el valor de una Champions. O cuando alguno de los miembros de su plantilla habla de ninguneos en el pasado por parte del Sporting hacia ellos. Habría que preguntarle al jugador si su desafortunado comentario se refiere al Real Sporting (Sociedad Anónima Deportiva para desgracia más que nunca de todos los sportinguistas) o simplemente, al intercambio de mensajes "cariñosos" que algunos sectores de ambas aficiones se han dedicado toda la vida.

Porque puestos a valorar subjetivamente, alguien podría afirmar también que pocas veces se habrá respirado un ambiente tan hostil hacia el equipo visitante como el que se respiró el pasado domingo en el Carlos Tartiere. Como si hubiese cuentas pendientes que nunca prescribieran. Porque de haberlas recientes, sería en todo caso con el filial rojiblanco. No se entiende tanta inquina acumulada.

Pero no se había pasado página al derbi cuando llegó la rueda de prensa del director deportivo, Miguel Torrecilla. Una comparecencia en la que pudo echarse en falta algo más de autocrítica. Era lo mínimo.

Y en estas estábamos cuando de nuevo en clave de derbi, llega la noticia de que Antiviolencia propone una sanción de 75.000 euros al Sporting de Gijón por su apoyo a Ultraboys. La excusa para la misma son las bengalas que se introdujeron al entrenamiento a puerta abierta previo al derbi. No gustó en absoluto en las altas instancias deportivas, la foto que fue portada en todos los medios, con los jugadores prostrados frente al Fondo Sur, con la luz y el humo de las bengalas como telón de fonfo. Pero menos aún la forma en la que se habría llevado a cabo el famoso reparto de entradas.

Total, que en lo que va de semana, apenas se ha hablado de nuestro próximo rival, el Numancia. Ese al que por otro lado todos dicen que hay que ganar sí o sí, por aquello de hacer borrón y cuenta nueva (una vez más) y matar dos pájaros de un tiro: olvidar por un lado en parte el batacazo del derbi y por otro, aproximarse a la zona de playoff venciendo a un supuesto rival directo. Más complicado será el darle la vuelta al golaveraje particular, habida cuenta del 3-0 a favor de los sorianos en Los Pajaritos, en lo que fue la primera derrota del Sporting del cesado Paco Herrera.

Por si hubiera sido poco el varapalo sufrido en Liga, fueron también los numantinos los que dejaron al Sporting fuera de la Copa, al superar al Sporting en El Molinón, tras la tanda de penaltis. De aquel encuentro, lo único positivo fue el debut y la actuación portentosa del portero del filial, Dani Martín. Y es que si se llegó a los lanzamientos de pena máxima, fue únicamente gracias al canterano.

Se podría decir así que el Numancia parece tenernos cogida la medida, aunque siempre nos queda aferrarnos al hecho de que nunca hay dos partidos iguales. Y más en este caso donde ni el entrenador sportinguista es el mismo, ni tampoco algunos de los jugadores rojiblancos que saltarán al impecable césped de El Molinón. Y ya que sale el tema del césped, se podría sugerir a LaLiga, que del mismo que se multa a los clubes en cuyos estadios se ve un exceso de cemento, pudiera igualmente ser motivo de sanción aquellos en cuyo césped se perciba un exceso de fango.

De cara al partido, habrá que ver si Baraja sigue con el mismo 4-4-2 con el que hasta la fecha, ha logrado cuatro victorias en los cuatro partidos en los que se ha sentado en el banquillo de El Molinón. Un póker en toda regla que ahora toca elevar a la categoría de repóker. Y contra un equipo que probablemente poco o nada tenga que ver con los últimos cuatro que visitaron la vera del Piles.

Y es que es el Numancia un equipo incómodo como pocos a domicilio, como atestiguan sus siete empates fuera de Los Pajaritos. Su última derrota como visitante fue justo contra el imparable Huesca de Rubi.

De mantenerse en sus trece Baraja (o tal vez sería mejor decir en su once), existen muchas posibilidades de que los tres jugadores llegados en el mercado invernal pudieran ser de la partida. Se dan por hecho la presencia de Guitián por el sancionado Barba, así como la de Santana por el renqueante Bergantiños, quien además no tuvo en Oviedo la mejor tarde. Más dudas hay sobre si Nano Mesa podría tener su lugar en ese once titular, en el que Rubén García también pudiera optar a tener su sitio.

Sin ánimo de caer en el manido tópico de ver una final, cuando pase lo que pase el sábado, quedarán dieciséis partidos por disputarse, resulta más que evidente que todo lo que no sea ganar o ganar al Numancia, supondría un serio revés para las aspiraciones de este proyecto 2017/2018, en el que se partió con el objetivo irrenunciable del ascenso directo, firmándose a día de hoy el entrar en el playoff. Para aumentar las posibilidades de lograrlo, no hay otra que sumar los tres puntos ante el Numancia. Vamos a por ese repóker.

Post Scriptum: la decisión de bajar el precio en las entradas de cara a este sábado, ¿es algo improvisado fruto del resultado del derbi? ¿Es la política que pretende mantenerse de aquí a final de temporada?