Luis Cid Pérez, Carriega, es todavía el entrenador gallego con más partidos dirigidos en Primera División. Por eso no es extraño que el mundo del fútbol se volcase ayer en el funeral y entierro de Carriega, fallecido el pasado lunes en su pueblo, Allariz (Orense), a los 88 años. Entre los asistentes se encontraba Enrique Castro, Quini, que dio sus primeros pasos en el Sporting a las órdenes del gallego. Alfredo Megido, que le hizo debutar en el Sporting, lamentó la muerte de un hombre "muy trabajador y muy buena gente".

Enrique Castro, Quini, que ayer se desplazó hasta Allariz, destacó que "Carriega fue un hombre fundamental en mi carrera deportiva. Me marcó por ser una de las personas que tuve a mi lado en mis inicios y por aquellos inolvidables entrenamientos en los que nos quedábamos al final, cuando todo el mundo se iba, para trabajar los remates. Eso ahora es imposible verlo en un entrenador del fútbol profesional".

Este mismo detalle fue citado por Alfredo Megido, que siempre estará agradecido a Carriega, de cuyo fallecimiento se enteró por LA NUEVA ESPAÑA: "Quería mucho a Luis porque me dio la oportunidad de jugar con el primer equipo con todas las consecuencias. El Sporting pasaba por un mal momento y Carriega no sólo me hizo debutar, sino que me aguantó como titular. En aquella época no era fácil meter a un chaval, sobre todo cuando en mi puesto jugaban delanteros como Lavandera o Herrero II. Siempre que he tenido la ocasión he hablado bien de él porque era muy trabajador y muy buena gente. Era un hombre listo, que veía cosas del fútbol antes que nadie".

En su etapa como futbolista, Carriega también pasó un par de temporadas en el Oviedo, donde coincidió con un joven Lalo, que daba sus primeros pasos como profesional. Lalo, que conoció ayer en Luanco el fallecimiento del gallego, asegura que esa etapa la tiene "un poco en penumbra" porque apenas coincidieron en la plantilla azul. En la temporada 1954-1955, ni un partido. Y en la siguiente, cuando Lalo regresó de una cesión al Avilés, sólo aparecen juntos en dos alineaciones porque el que apenas jugaba entonces era Carriega, que se marchó al año siguiente. "Me encontré con él años después, cuando él entrenaba al Cartagena y yo al Murcia", explica, que guarda un recuerdo especial de una eliminatoria de Copa en la que el Murcia eliminó al Sevilla de Carriega en el Sánchez Pizjuán. Lalo califica a Carriega como "un técnico férreo, a la antigua usanza, de los de la letra con sangre entra. Le gustaban los marcajes muy encima, tipo Jesús Barrio o Helenio Herrera. Sacó mucho rendimiento a los equipos en los que estuvo".