Enrique Castro "Quini", mítico exjugador del Sporting, ha fallecido en la tarde-noche de hoy después de sufrir un infarto cuando circulaba con su coche por la avenida Juan Carlos I de Gijón, a pocos metros de su vivienda habitual. El que fuera uno de los más grandes delanteros del fútbol español, precisó a última hora de esta tarde de atención tras sentirse indispuesto en Gijón. Finalmente, el personal sanitario no ha podido hacer nada por salvarle la vida.

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Al parecer el Brujo estaba volviendo a casa cuando le dio el infarto. Los servicios de la UVI Móvil que se acercaron a la zona la realizaron una primera reanimación. Sin embargo el corazón de Quini, su gran corazón, volvió a pararse una segunda vez y entonces los sanitarios no pudieron hacer más que certificar su muerte.

Quini, gran símbolo del sportinguismo y del fútbol asturiano y uno de los goleadores más grandes que ha dado el deporte rey en este país, falleció así a los 68 años de edad, después de haber superado un grave cáncer. En la memoria quedan sus numerosos goles, de todos los colores, con las camisetas del Sporting y del Barcelona. Y otros episodios trágicos en su vida, como el triste secuestro que sufrió en 1981 o la pérdida de su hermano en 1993, el portero Jesús Castro, después de que salvase la vida de dos personas en una playa cántabra. Precisamente Quini estaba inmerso estos días en los preparativos para un homenaje a su hermano...

Enrique "Castro" Quini (Oviedo, 1949) dejó una profunda huella en el deporte español. Consiguió siete veces el trofeo de máximo goleador de liga, "Pichichi": cinco en Primera -tres con el Sporting y dos con el Barcelona- y dos en segunda, ambos con la zamarra rojiblanca. Fue internacional con la selección y compartió vestuario con grandes iconos del fútbol, como Maradona o Schuster.

Se crió en la comarca avilesina, dado que su padre trabajaba en Ensidesa. Tras empezar a jugar al fútbol en el equipo de su colegio, el gran salto lo dio de mano del C. D. Ensidesa, del que lo ficharía el Sporting en 1968. El club rojiblanco se fijó en él después de que marcase cuatro goles al filial sportinguista con el Ensidesa. Comenzaría así una larga y fructífera relación.

Quini jugó con la zamarra rojiblanca desde 1968 hasta 1980, cuando el Barcelona consiguió, tras varios años intentándolo, su contratación. En la ciudad condal permaneció hasta 1984, año en el que regresó a Gijón para terminar jugando con el conjunto gijonés hasta 1987. En la retina de los seguidores sportinguistas se agolpan numerosas imágenes y recuerdos.

Pero más allá de su obra futbolística, eterna ya en vida, Quini ha dejado huella por su humildad, sencillez, cercanía y generosidad. Así como por su capacidad de superación, que volvió a ponerse a prueba cuando tuvo que superar un grave cáncer. Pero "El Brujo" siempre ha marcado goles: en el campo y en la vida.

Alargó su relación con el Real Sporting de Gijón ocupando diferentes cargos, como delegado o encargado de relaciones institucionales, función que desempeñaba en la actualidad.

Quini ha fallecido. Y el mundo del fútbol se ha paralizado para llorar su pérdida. Ahora descansa junto a su hermano Jesús, que murió heroicamente salvando dos vidas. Y quedan para la eternidad sus goles, pero, sobre todo, su humildad, bonhomía y cercanía. Descanse en paz, Brujo.