Dos momentos, dos imágenes, un mismo rival (el Rayo Vallecano) y un mismo protagonista, El Brujo.

Estadio El Molinón, 31 de octubre de 1976. La cámara de Ubaldo Puche registra una instantánea para la historia del fútbol: Enrique Castro "Quini" elevándose en un remate acrobático ante la cara atónita de algunos defensas del Rayo como Manolito o Guzmán. Mucho se ha hablado sobre la historia de esta foto. El remate, que constituye la imagen más emblemática de El Brujo, no acabó en gol.

Vallecas, 1979. Un centro pasadísimo va rumbo de perderse por la línea de fondo, pero ahí aparece él: Enrique Castro "Quini". Remata de primeras, según le llega el balón, sin ángulo, y anota un gol imposible. Un tanto que "emularía" en 1988 en una final de la Eurocopa el mismísimo Marco Van Basten.