En febrero de 2008 Enrique Castro, "Quini", fue operado de un tumor en la garganta después de una recaída tras haber sido intervenido en junio de 2006. En diciembre del pasado año el exfutbolista del Sporting y del Barcelona acudía al Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA para explicar lo que había vivido. "La auténtica realidad de la vida se conoce cuando te enfrentas a algo como un cáncer", sentenció el futbolista.

El exdelantero habló de su enfermedad con emoción y crudeza. Quini hizo un llamamiento a la valentía en momentos duros, en los que "lo primero que se te pasa por la cabeza es la muerte". El exdeportista lo sufrió en carne propia, pero no se rindió: "Estaba completamente amarillo y nunca dejé de salir a la calle; la gente debía pensar que iba a palmar en cinco minutos", comentó sin perder el sentido del humor.

Poco después, en una entrevista en LA NUEVA ESPAÑA repetía su experiencia. "Me repitió al año y medio, pasé por dos operaciones y la segunda ya seria. Me pusieron radio y quimio. Desde el segundo paso por el quirófano han pasado ya ocho años y medio y sin novedad. Cada seis meses paso revisión médica en Barcelona; precisamente me toca dentro de poco. Pasó ya mucho tiempo, pero cada una de esas revisiones acojona".

La enfermedad -decía por aquel entonces- le blindó. "La primera conclusión que saqué de todo esto es que la salud es lo más grande del mundo; la segunda, que vale más no dar mucha importancia a cosas que no la tienen. La enfermedad me ayudó a comprender mejor a la gente, a ponerte más en el lugar de las personas que sabes que lo están pasando mal. El mundo da muchas vueltas, de repente te llega algo con lo que no contabas y la vida te obliga a mirar siempre hacia adelante, a echar las dificultades a tus espaldas y seguir camino. Tengo un lema: olvídate de lo que no tiene solución, pero si la hay agárrate a ella y no sueltes".