No era un día fácil. El Sporting afrontó en Sevilla su primer desplazamiento sin la alegría de su mejor embajador. La ausencia de Quini se notó por todos los rincones. En el autocar del equipo, en el que el escudo situado en su luna principal estuvo acompañado por un crespón negro, la butaca del Brujo quedó sin ocupar, acentuando la sensación de vacío. El equipo saltó al césped del Viejo Nervión con una chaqueta que le recordaba con el lema: "Siempre Quini". Los jugadores lucieron brazalete negro y se guardó un minuto de silencio. Javier Fernández, presidente; Fernando Losada, consejero; Ramón de Santiago, secretario del consejo y Miguel Torrecilla, director deportivo, acompañaron desde el palco, ese donde siempre veía los partidos el mito, con prendas de luto. Empezó a rodar el balón y todo fueron recuerdos.

Unos 200 sportinguistas ampliaron el homenaje que se le rindió a Quini en el primer partido del Sporting sin el goleador. Lo hicieron con pancartas, como la hecha por María José Artero, Irene Llera y su hermano, Francisco. "Utilizamos un trozo de cartulina y unas láminas para recordarle. Era el más grande. Él es el Sporting", comentó Francisco sobre la pancarta bajo el lema "ahora, Quini ahora" con la que esta familia gijonesa que reside en Puerto Real, Cádiz, se presentó en la ciudad deportiva del Sevilla.

"Va por ti, Quini", rezaba la pancarta de la familia Bejega, asturianos que también quisieron mandar su mensaje a la familia del Brujo desde las gradas del Viejo Nervión. "Se nos ha ido un ídolo deportivo y una gran persona. Este partido se gana por él y volvemos a meternos arriba. Se merece esto y más", señaló Javier Bejega antes de que Rubén García cumpliera con ello.

Daniel Izquierdo y Saúl Álvarez, vecinos de Ujo y de Moreda que se encontraban disfrutando de unos días de descanso en Andalucía, no dudaron en acercarse al partido del Sporting. "Con la bandera del equipo y de Asturias que nos firmó Quini en su día", apostillaron convencidos de que los de Baraja lograrían lo que finalmente lograron, los tres puntos.

Agustín Pérez, Guti, de visita por el sur para ver a unos familiares que residente en Cádiz, también fue uno más animando al conjunto gijonés para volver a los puestos de privilegio. "Ha sido una pena tremenda la pérdida del Brujo. Como la de Manolo (Preciado). Ojalá subamos a Primera otra vez por él", sentenció el gijonés. El minuto 9 de partido fue elegido por la Mareona para entonar el mítico "ahora, ahora, ahora Quini ahora", que solían acompañar tantos y tantos triunfos del inolvidable goleador del Sporting. Y llegó otra victoria, a costa del filial hispalense y ante la mirada del exjugador rojiblanco Óscar Arias, y el exdirector deportivo del club gijonés, Emilio de Dios. El hechizo del Brujo sigue vivo.