"Había muchos motivos para ganar". Rubén Baraja celebra que el Sporting respondiera ante el Sevilla Atlético a una gran oportunidad para cerrar deudas, sentimentales y deportivas. "Esta victoria honra la memoria de Quini. Estamos contentos por poder dedicársela a él", subrayó el entrenador rojiblanco tras poner fin a una racha de casi cinco meses sin victorias fuera y regresar a los puestos de promoción. "Es un paso importante para poder estar en los puestos de arriba. Este triunfo es un impulso, pero tenemos que tener constancia", recordó de cara a las siguientes jornadas.

"A pesar de haber sumado los tres puntos, no podemos estar contentos del todo. Ha sido una semana difícil en cuanto a asimilar el fallecimiento de Quini. Nos ha costado", reconoció Baraja en el que ha sido el primer viaje del Sporting sin la presencia de El Brujo. "A mis jugadores les ha afectado. Hemos salido con la responsabilidad de afrontarlo como un reto y lo hemos superado. Es el cuarto partido con la portería a cero y volvemos a estar en la zona de privilegio. Ahora hay que ir partido a partido. Hay siete u ocho equipos en cinco o seis puntos", señaló el Pipo.

"Había que defenderse bien y hemos tratado de hacerlo", explicó sobre los apuros tras el descanso. "La primera parte ha sido de dominio nuestro y hemos aprovechado esa circunstancia. La segunda, era imposible con el viento. Golpeaba el portero y la pelota se te venía encima. Además, hubo mucha interrupción y era difícil tener continuidad en el juego. Entiendo que en Segunda ganar fuera es muy difícil, y éste no es un campo fácil. El líder ganó aquí en el minuto 70. Hay que sufrir y trabajar los partidos", explicó. Baraja también habló sobre el duro encontronazo de Álex Pérez al final del encuentro, que dejó al Sporting con diez ya que el madrileño fue retirado en camilla y evacuado al hospital cuando ya se habían hecho todos los cambios. "Estará en observación. Esperamos que sólo sea un golpe", concluyó.