Lleno absoluto para asistir al estreno de El Molinón Enrique Castro Quini. Y lo cierto es que no se le pudo rendir mejor homenaje al que por siempre será eterno 9 del Real Sporting. Una goleada como la que finalmente lograron los hombres de Baraja es lo que hubiese firmado cualquier sportinguista antes de comenzar el partido.

Un homenaje que fuera del campo transcurrió según lo previsto con una lona con la imagen de Quini en el centro del campo, el saque de honor por parte de su nieto, el rigurosísimo y sobrecogedor minuto de silencio y el cántico del “ahora Quini, ahora” en el minuto 9. Un cántico que se volvió a escuchar en repetidas ocasiones.

Volviendo a lo ocurrido sobre el césped, con la misma humildad que siempre caracterizó al Brujo, convendría reconocer que el marcador quizás no sea fiel reflejo de lo que se vio sobre el campo durante buena parte del encuentro. Especialmente hasta que Jony (¿quién si no?) consiguiera abrir la lata cuando se encaraba la recta final de la primera parte.

Hasta ese momento el Sporting apenas logró combinar con peligro y la mejor prueba del nerviosismo que parecía bloquear las ideas de los rojiblancos es que en el minuto 35, Carmona, Hernán Santana y Sergio ya habían visto la cartulina amarilla.

De hecho, no habían transcurrido dos minutos cuando la Cultural dio su primer serio aviso. Y es que a decir verdad los visitantes parecieron salir más metidos y con muchas ganar de amargar lo que se suponía había de ser una fiesta en honor al Brujo.

Pero ese gol de Jony sin duda sirvió para templar los nervios de todos: afición y sobre todo jugadores. Con el 1-0 se llegó así al descanso, con la sensación de que no había sido la mejor primera parte disputada por el Sporting de Baraja en casa, pero con la fe en que el equipo podría en el segundo tiempo bautizar con más goles el renombrado estadio.

Tras unos primeros compases de nuevo un tanto dubitativos, tuvo que ser de nuevo Jony quien tras robar en el centro del campo y combinar con Santos, profundizase como un puñal por su banda y tras un par de recortes, enviase un centro envenenado al corazón del área al que hábilmente deja pasar Rubén García para que Carmona marque el segundo.

A partir de ese momento se puede decir que se acabó el partido. La Cultural dejó de creer en sus posibilidades y el Sporting casi por mera inercia remachó la faena con otros dos goles.

Antes de que llegasen estos dos últimos tantos se habían ya producido los tres cambios. Cambios que a la postre se demostraron de lo más oportunos. Primero fue Nano Mesa quien sustituyó a un Santos que no tuvo su mejor día. Más tarde Nacho Méndez entró en lugar de Rubén García. Y finalmente Pablo Pérez relevó a Santana. De este modo, el Sporting acabó jugando hasta con seis canteranos sobre el campo. Otro homenaje para el Brujo.

Y fueron precisamente dos de los jugadores que saltaron al campo los que lograron elevar al rango de goleada una victoria que se daba prácticamente por segura con el 2-0. De este modo si Pablo Pérez consiguió el tercer tanto en un valiente remate de cabeza (otro homenaje más a Quini), fue el canario Nano Mesa quien redondeó el 4-0 con el que se llegó al final del partido.

Con esta victoria, la séptima consecutiva en casa, el Sporting logra auparse a la cuarta posición con 49 puntos. A cinco del ascenso directo y con tres de margen sobre el séptimo puesto. Pero haría bien en todo caso en no dormirse en los laureles porque sobran ejemplos para demostrar que en Segunda, un día estás ocho puntos por encima y como quien dice al día siguiente estás tres por debajo.

Para los amantes de las estadísticas quedará también el registro de Mariño, que tras completar otro partido sin encajar goles, eleva a 494 los minutos que lleva sin tener que recoger un balón del interior de su portería. Precisamente desde aquel derbi del que ahora casi nadie ya se acuerda.

Post Scriptum: bonito homenaje también el que ofreció el juvenil de División de Honor, venciendo en La Coruña al Deportivo, arrebatando de este modo el liderato a los gallegos. No dejaron los ‘guajes’ de colgar en las redes sociales una foto dentro del vestuario celebrando la victoria, posando para la ocasión con una camiseta de Quini. ¿Hay o no hay futuro en Mareo?