La decisión de añadir el nombre de Enrique Castro, Quini, a El Molinón, aprobada por el Ayuntamiento de Gijón el día después de la muerte de El Brujo, ha generado división de opiniones entre el sportinguismo y los gijoneses. Gran parte de las personas consultadas por LA NUEVA ESPAÑA ven la medida "correcta y merecida" porque "todo homenaje y reconocimiento que se haga es poco". Aunque existe una corriente que alaba todos sus éxitos, pero considera "apresurada" la decisión y creen que "el nombre debería ser solo El Molinón".

El accionista Víctor Manuel Díaz, que en 1996 llevó a votación si el Sporting debía vestir pantalón blanco o azul, fue quien abrió el debate tras mostrar su disconformidad. En el bando de apoyo al estadio de El Molinón-Enrique Castro, Quini, está Jorge Guerrero, presidente de la Federación de Peñas Sportinguistas. "Todo lo que se haga por Quini siempre será poco, se merecía esto y más". Una idea que también comparten exfutbolistas como Jiménez. "Cualquier cosa que se le haga siempre se va a ser pequeña. Nos hizo más grandes a todos. Y con esto se le devuelve un poco de todo lo que nos dio", apunta. A Eloy Olaya la medida le parece "correcta y coherente" y explica que "se reconoce la figura de El Brujo pero el estadio no pierde su nombre original". Y Juan Eraña destaca que "está hecho todo muy bien porque Quini se lo merecía todo y esto es lo que quería y pedía la gente".

Los apoyos van más allá del mundo del fútbol. Juan Luis Suárez, guitarrista de "El Sueño de Morfeo", destaca que "no sólo los que amamos al Sporting le adorábamos, sino todo el mundo del fútbol. Era un ejemplo como deportista y persona". Antonio Corripio, presidente del Grupo Covadonga, considera que "la figura de Quini no admite debate, es una institución para el Sporting y para la ciudad". Carmen Moreno, de la Unión de Comerciantes, argumenta que "aparte de sus éxitos deportivos era una gran persona y lo lógico es que el campo de fútbol lleve su nombre ya que en esa actividad destacó". Isabel Moro, presidenta del Ateneo Jovellanos, comenta que "a otras personas se le concedieron galardones sin merecerlo tanto, y el mérito de Quini ha sido deportivo y humano". Y Juan Carlos Campo, director de la Politécnica, explica que "creo que es el lugar más acertado y la medida es el reconocimiento de toda una ciudad. No creo que haya agravios comparativos con otros futbolistas. Sólo hay que recordar el funeral para darse cuenta que era una persona incomparable e irrepetible".

En medio de las dos posturas se sitúa Fernando Fueyo, capellán del Sporting. "Ya lo dije en el funeral, que la decisión igual se tomó en caliente y se tenía que haber sopesado algo más", explica para añadir: "Quini se lo merece todo, fue una decisión municipal y yo lo dejaría estar. Aunque lleve el nombre de Quini todo el mundo lo seguirá llamando El Molinón". En una línea parecida está Jorge García Torre, exfutbolista del Sporting. "La medida es acertada, pero entiendo que se pida que se lleve a votación, y en ese caso seguro que saldría que sí". Y desde Unipes, Víctor Sánchez, su presidente, afirma que "es una decisión de los grupos políticos de Ayuntamiento de Gijón que es el dueño del campo, que no tiene vuelta atrás".

Entre las voces discordantes está Alberto Estrada, uno de los impulsores de la Fundación Quini, y una persona que tuvo una gran relación con El Brujo. "Quini no hubiera querido nunca que El Molinón llevase su nombre", destaca antes de añadir que "El Molinón va a llamarse así siempre, igual que el Palacio de Deportes de La Guía, tengan el apellido que tengan. Lo que hay que hacer es una buena puerta número 9 en su homenaje, retirar su dorsal y hacerle una escultura".

Sergio Puente, del grupo de hostelería Costa Verde, explica que "para Quini habría que darle medio Gijón, la calle Corrida, el paseo del Muro, ponerle una estatua al lado de Pelayo o darle puerta 9 porque se lo merece todo", pero matiza que "El Molinón es El Molinón porque lleva así toda la vida". También Tita Caravera, histórica del movimiento vecinal de Gijón, comenta que "Quini es emblemático y creo que todos los hubieran apoyando, pero la decisión se tomó muy en caliente y sin consenso".