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Nano Mesa | Futbolista del Sporting

"La motivación por ascender es ahora mayor por Quini"

"Empecé como portero y un día pedí ser delantero; hice goles, goles y goles, y ahí me quedé"

Nano Mesa posa para LA NUEVA ESPAÑA en Mareo. J. J.

Tiene tanta fama de despistado, como buena mano para convertir sus deslices en simpáticas anécdotas. Alexander Mesa Travieso, Nano Mesa, (San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, 5-2-1995) transmite en su encuentro con LA NUEVA ESPAÑA la felicidad de quien se siente importante. "Aquí he vuelto a recuperar la confianza", repite el delantero canario, que llegó en enero cedido y se estrenó el pasado domingo en El Molinón como goleador. Llevaba sin marcar, en Liga, desde septiembre de 2016, y en Copa, desde enero del 2017. En ambas ocasiones, con el Eibar.

- Huesca, mañana y el Rayo, el próximo sábado. Llega lo importante, partidos ante el primer y segundo clasificado.

-Todos los partidos son importantes, para el sportinguismo y para nosotros, pero estos son clave. Esperamos sacar buenos resultados para seguir en la pelea y estar arriba el máximo tiempo posible.

- ¿Esta semana marcará si se puede lograr el ascenso directo?

-No tiene por qué. Esto es largo, quedan doce partidos. Vamos a salir a por los tres puntos, pero queda tiempo para que pasen más cosas. Si ganamos al Huesca está claro que daremos un paso importante, pero habrá que pelear hasta el mes de junio.

- El Huesca lleva más de un año sin perder en El Alcoraz.

-Cuando estaba en el Tenerife fuimos a Leganés, donde nadie había ganado desde hacía año y medio. Nosotros lo conseguimos. Espero repetir aquello.

- ¿En qué momento está el Sporting?

-Hemos dado un cambio brutal. Estamos de diez en los entrenamientos y en los partidos.

- Parece que el equipo ha mutado desde el partido en el que usted debutó, el de la derrota en el derbi.

-A partir de esa derrota hemos tirado para arriba. Luego vino el plus de motivación por rendir homenaje a Quini. Eso nos ha hecho sentir más ganas todavía de hacer las cosas bien y lograr el objetivo. De hacerlo por él.

- ¿Cómo era su relación con Quini?

-No tuve tanto trato con él como otros compañeros, pero sí que me ayudó bastante y me dio un par de consejos. Era una persona increíble, siempre estaba de bromas con él.

- ¿Qué consejos le dio?

-Me decía que lo importante es que estuviera tranquilo de cara a gol. Que tuviera paciencia y no me agobiara conmigo mismo. Ayudan mucho las palabras de una persona como él, un grande del fútbol y un pichichi enorme.

- ¿Es nervioso?

-No, bueno? Soy hiperactivo en el campo. Estoy todo el rato corriendo, moviéndome. Al final, cuando estás delante del portero es importante tener un poco de calma.

- Y ante la Cultural, cuando Nacho Méndez le mete el balón al espacio, en su primer gol con el Sporting, ¿recordó el consejo de Quini?

-Tenía al central muy pegado y decidí aguantar antes que sacar el tiro rápido. Cuando vi que el portero me encaró, ahí sí que pensé que tenía que tener tranquilidad, porque si decidía hacerlo con rapidez era más fácil que me la parara. Al final, la pelota entró.

- En su celebración se vio mucha rabia contenida.

-Tenía muchas ganas de que llegara ese momento. Llevaba mucho tiempo sin marcar. Cuando llegué a Gijón, el club, los compañeros y la gente me transmitieron su cariño. Intento aprovechar al máximo cada oportunidad y la celebración fue, más que rabia, la ilusión por haber abierto ya la lata. Espero que siga marcando goles.

- En mes y medio en el Sporting ha jugado seis partidos y marcado un gol, mismos registros en Liga que en toda la temporada pasada en el Eibar.

-Cuando fiché por el Eibar era la segunda vez que salía de Tenerife, me costó un poco adaptarme al Norte? La diferencia es que aquí me siento un poco más cómodo. Estoy en un momento de mi vida con más madurez, pensando más en el fútbol. Espero que sea el primer gol de muchos.

- ¿Cuál sería una cifra buena de goles de aquí a final?

-No me marco un objetivo. Intento marcar en todos los partidos.

- ¿Qué le diferencia a usted del resto de sus compañeros en el ataque?

-Todos tenemos cosas muy buenas. Creo que tanto Santos, Castro, Viguera y yo somos distintos, pero tenemos en común que damos todo por este club e intentamos conseguir cosas grandes.

- ¿Por qué decidió dedicarse al fútbol?

-Mi familia entera, sobre todo por parte de mi padre, juega al fútbol. Me dicen que de pequeño siempre estaba con el balón en los pies. Que incluso me iba a dormir con el balón agarrado. Cuando cumplí tres años ya jugaba en una escuelita, la del Coromoto, el barrio en el que nací. Mi hermano, Jesús, es mayor que yo y también jugaba. Me quedaba a verle entrenar. Lo ha dejado, pero él era muy bueno, llegó a jugar en Segunda B con Pedro (actual futbolista del Chelsea) en el Raqui San Isidro. Para mí, la pelota es lo mejor de la vida.

- ¿Siempre fue delantero?

-Cuando empecé era portero. No sé por qué. El caso es que un día salí de la portería, metí gol y pedí ser delantero. Hice goles, goles y goles, y me quedé ahí.

- ¿Cómo llega al Tenerife?

-Del Coromoto pasé al equipo con el que había mayor rivalidad, el Padre Anchieta (sonríe). Luego me fui al Juventud Laguna, donde más evolucioné, y cuando era infantil de segundo año firmé por el Tenerife. Me mantuve allí hasta debutar en el primer equipo, con 18 años. Aprendí mucho. De pequeño lo que quería era estar con los amigos. Ellos me mostraron que podía aspirar a lo más alto en el fútbol.

- Álvaro Cervera es el que le abrió la puerta del fútbol profesional.

-Recuerdo que estaba jugando en Tercera con el Tenerife y me llamó Roberto, el segundo entrenador del primer equipo, el mismo que acompaña ahora a Cervera en el Cádiz. Me citó para un entrenamiento y no me lo podía creer. Cervera me ayudó mucho, pero si hubo un técnico que me haya marcado, ese es Pep Martí. Él fue el que más confió en mí. No empecé jugando, pero terminé haciendo catorce goles y con un nivel de confianza muy grande. Gracias a Martí llegué a Primera y estoy ahora aquí.

- Entre su debut y su explosión en Tenerife hubo un año en el que se fue cedido al Hospitalet.

-Cervera decidió que tenía que irme fuera, a aprender a estar solo. No me hizo mucha gracia en ese momento, pero sé que lo hizo por mi bien. Fue un año duro, me costó. Aprendí a sacarme las castañas del fuego.

- ¿Al futbolista canario le cuesta más adaptarse que a otros o es un cliché?

-Tenemos esa fama, pero no es así. A todo el mundo le cuesta adaptarse a un sitio que no sea su casa. He tenido compañeros croatas o serbios que también les cuesta. Valerón, Manuel Pablo, Silva? Hay muchos ejemplos de jugadores canarios que han triunfado tras salir de las islas.

- ¿Por qué no cuajó su paso como cedido por el Levante esta campaña?

-Estaba con ganas. Me acogieron bien pero no tuve suerte con el entrenador que estaba (Muñiz). Lo mejor era salir. En mes y medio llevo un gol aquí y allí, en seis, ninguno.

- ¿Quién le llama para venir al Sporting?

-Baraja. Que te llame el entrenador te da un plus de motivación. Me dijo que iba a ser importante. La temporada del Eibar me costó un poco porque no tenía la confianza suficiente de la gente de dentro como la que siento ahora, o la que tuve con Martí en el Tenerife. Espero quedarme aquí mucho tiempo.

- El Tenerife también le llamó en enero, tuvo que ser difícil decidir.

-Sí. Llevaban dos años intentando que volviera. Al final, por cosas, no pude ir. Es un club que es mi casa, donde nací. Son cosas que pasan. Vine al Sporting y estoy muy contento de la elección.

- ¿Cómo está siendo la adaptación?

-Cuando estaba en Eibar lo pasé mal, por el clima y esas cosas, pero ahora ya estoy adaptado a ello. Amigos, familia y familiares de mi novia vienen a menudo. Lo hacen todo más fácil.

- ¿Ya le ha visitado su abuelo, Santiago?

-No, aunque espero traerle al campo antes de que termine la temporada. Tiene cáncer y estamos todos luchando junto a él. Mis abuelos, junto a mis padres, son claves en mi vida. Me crié con ellos y mi abuelo, en concreto, me aguantó muchas cosas.

- ¿Cuál es la mayor lección que le ha dado?

-Él siempre me ha dicho que las cosas, de hacerlas, hay que hacerlas bien. Sin ruindades. Recuerdo una vez, de niño, en la que jugando a la pelota en la calle rompimos la ventana de un coche. Mi abuelo fue el que salió a hablar con el dueño y a excusarme. Él también era el que me llevaba a ver los partidos del Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López. Recuerdo el primero, con gol de Cristo Marrero desde fuera del área, al Albacete, creo. No sé con quién tenía amistad, pero consiguió que al final del partido me presentaran a Cristo. Fue uno de los mejores días de mi vida. Para él, tener un nieto que haya llegado a futbolista supone un orgullo. Verle ese sentimiento también es motivo de orgullo para mí.

- ¿Qué ídolos futbolísticos tiene usted?

-A mí el que me gustaba era Ronaldo, el gordo (Nazario de Lima). Es de los mejores delanteros de la historia del fútbol. Cuando estaba en el Tenerife y era recoge pelotas en el Heliodoro, en el que me fijaba mucho era en Nino. Hizo temporadas espectaculares. En otro en el que me fijaba era Ángel Rodríguez (ahora en el Getafe). Además, me llevo muy bien con él.

- Veo que también le gustan mucho los tatuajes.

-Llevo varios repartidos en los brazos, la mano y la pierna derecha. Me puse el nombre de mis abuelos y mis padres; la fecha de nacimiento de mi hermano junto a una corona que simboliza que él es el rey; la inicial de mi novia; un balón de fútbol con la fecha en la que nací; en el gemelo llevo una imagen mía, de pequeño, con la camiseta del Tenerife; el número 22, con el que empecé a jugar como profesional...

- ¿Y el 9 y ¾ que lleva tras la oreja?

-Es por una película: Harry Potter. Soy muy friki de ese tema. Me encanta. (El número indica el andén del tren que conduce a la escuela de magia Hogwarts)

- ¿Hay sitio para un nuevo tatuaje si logra el ascenso?

-No lo he pensado todavía. Está claro que subir a Primera tiene ser la leche. No he tenido la suerte de lograrlo todavía y espero que este año lo consigamos. Este club se merece el ascenso. Alguna fecha o alguna referencia, caerá en forma de tatuaje si logramos subir a final de temporada.

- Se habla ya mucho del futuro de los cedidos, como Santos o usted ¿Cómo ve el horizonte más allá de junio?

-Al final, es algo que no depende de nosotros. Santos está haciendo una muy buena temporada y el equipo del que viene no lo está pasando bien. Si subimos, yo creo que Santos querrá quedarse aquí. Creo que él ya lo he dicho. A mí también me gustaría. Intentaremos subir para que todo sea más fácil.

- ¿Qué hace falta para jugar la próxima temporada en Primera?

- Hay que mantener la mente fría. Estamos en el camino. Tranquilidad. Tampoco hay que salirnos del tiesto ahora.

- ¿Qué mensaje le manda a la afición?

-Que nos apoyen y nos ayuden. Lo primero que me dijeron cuando llegué es que entraban cada domingo a El Molinón 25.000 personas. "¿En Segunda?", pregunté. Y sí, ya lo he comprobado. Es increíble cómo anima la afición. Les diría también que estén tranquilos. Vamos a pelear hasta el último momento por esta camiseta. Ojalá celebremos algo bonito al final de temporada todos juntos.

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