El Sporting sigue imparable. Los rojiblancos completaron en Almería una escalada que le ha llevado a lo más alto de la tabla tras tocar fondo en el Carlos Tartiere. Dos meses después de caer en el derbi, se ha levantado para subir nueve puestos, recortar dieciséis puntos al primer clasificado y ostentar un liderato que lució por última vez en septiembre. La racha es de tal calibre que está a punto de repetir una de las grandes marcas de la historia rojiblanca en competición liguera. El resurgir del conjunto de Baraja puede igualar el domingo, ante el Reus, los siete triunfos consecutivos que encadenó el Sporting en la temporada 1979-80. Aquella, sin embargo, tuvo una mayor exigencia: fue en Primera División y, por el medio, se disputaron rondas de la UEFA.

Ha vuelto y está más fuerte que nunca. El Sporting ha encontrado en la clasificación el premio a una reacción tan necesaria como oportuna. La mejor dinámica de resultados de la temporada ha llegado en una etapa en la que se ha iniciado la cuenta atrás. Nueve jornadas restan para despedir la campaña y los gijoneses se han situado en el tren de cabeza cuando pocos lo esperaban ya.

Y es que el buen inicio liguero, de la mano de Paco Herrera, comenzó a torcerse demasiado pronto. Tras llegar a encadenar siete jornadas en la zona de privilegio, el declive comenzó con la lesión de Sergio Álvarez, en el calentamiento del duelo ante el Valladolid, en la jornada 14. La ausencia del avilesino abrió una plaga de lesiones que costaría salir y alejarse de la zona de promoción, primero, y el puesto del propio Paco Herrera, después. Miguel Torrecilla confió entonces en Rubén Baraja, un perfil antagónico al anterior entrenador. Los resultados han dado la razón al director deportivo.

El Sporting del Pipo tardó en carburar. El equipo comenzó fuerte en casa, pero siguió siendo tan vulnerable como siempre a domicilio. La llegada de los refuerzos invernales, especialmente el regreso de Jony, añadió más argumentos y esperanzas. Aún así, el paso por el Tartiere hizo pensar en lo peor. La derrota ante el Oviedo llevó a fijar como principal meta recuperar un sitio en la zona de promoción. Pocos eran conscientes de que se iniciaría ahí un punto de inflexión clave. Falta por ver si será definitivo.

Desde entonces, el Sporting ha encadenado ocho jornadas invicto y seis victorias consecutivas. Dicho de otra forma, en las últimas ocho jornadas sólo ha cedido un empate, ante el Lorca. Resumido de otra manera, 22 puntos de 24 posibles. Una explosión que ha hecho arder la zona alta de la tabla y le ha permitido abrir un constante ascenso de puestos hasta la cumbre de la clasificación. Igualado a 58 puntos con Huesca y Rayo Vallecano, los oscenses se reservan una bola extra, la del partido que tienen pendiente con el Albacete, aplazado el pasado sábado. El domingo, a las 18.00 horas, en El Molinón, llegará el Reus para tratar de frenar a un Sporting implacable.