Roberto Canella (Pola de Laviana, 7-2-1988) sumó en Almería el partido número 278 con el Sporting (Turón, 8-3-1953), histórico lateral derecho del club gijonés, y con la que ha superado las 274 veces que lució de rojiblanco José Ignacio Churruca (San Sebastián, 20-1-1949), otro gigante en la más que centenaria trayectoria de la entidad. LA NUEVA ESPAÑA reúne en El Molinón a los que son también tres representantes de los siete ascensos a Primera conseguidos en la historia del Sporting. Churruca lo logró en la 1969-70, Redondo, en la 1976-77 y Canella, en la 2007-08. Tienen fe en celebrar el octavo esta campaña.

"Hay que felicitar al chaval", afirma José Antonio Redondo a su encuentro con Canella. "Y que cumpla muchos más", añade Churruca. "Para mí alcanzar los partidos de Liga de dos leyendas como ellos es un privilegio enorme", contesta el protagonista. "Nos vas a superar claramente", comenta el de Turón. Y es que si se añaden todos los partidos oficiales disputados con el Sporting (Copa del Rey, Copa de la Liga y UEFA), Canella todavía está en el camino de batir los registros globales de los dos exfutbolistas a los que mira con admiración. Redondo defendió el escudo del Sporting en un total de 358 partidos y Churruca, en 302. "Va a estar complicado conseguirlo", asegura el actual capitán. "Con un tío como Jony corriendo delante de ti puedes seguir jugando otros diez años", bromea Churruca.

La conversación fluye rápidamente entre tres hombres de fútbol y Canella ejerce de anfitrión para mostrarles las interioridades de El Molinón. "¡Cómo ha cambiado el vestuario!", comenta sorprendido Churruca, mientras Redondo toma asiento en el mismo lugar en el que solía cambiarse. Recuerda entonces cómo el malogrado Quini, que ahora da nombre al campo, le gastó una de sus bromas más populares: "Me clavó unas camperas al suelo, pero con clavo y martillo ¡eh! Al calzarme no entendía qué pasaba hasta que le vi riéndose".

"Ahora estáis francamente bien. Se ve a un equipo solidario que compite en cada partido. Se fue cogiendo confianza y funcionando. Para mí el Sporting es favorito si continúa en esta dinámica", comenta Redondo a Canella. "Se han pasado las dudas. Ya no se ve un fútbol deslavazado. El fichaje de Jony ha dado mucho; Santos lo pelea todo, como a mí me gustan que sean los delanteros y atrás están muy seguros. La línea es buena, pero no pueden confiarse. Ahora toca saber aguantar la presión", dice Churruca. "La confianza lo es todo y ahora, podrá pasar cualquier cosa, pero en el vestuario tenemos la seguridad de que va a ser muy difícil ganarnos. Y poder sentir eso en un equipo es algo muy importante", responde Canella.

"El derbi nos pasó factura a todos", afirma Canella. Se hace el silencio. El capitán argumenta: "Hubo un punto de inflexión en la gente. Hay un vídeo de después del partido, en el vestuario, en el que se percibe lo mucho que nos afectó. Al día siguiente, también en el vestuario, el míster nos volvió a ver hundidos y ya nos pidió que nos levantáramos. Ahí nos convencimos de que teníamos equipo suficiente para sacarlo adelante. Dicho entre comillas, nos vino hasta un poco bien perder ese partido. Nos hizo, incluyéndome a mí el primero, que despertáramos. Nos dijimos: esto no puede seguir así. Hubo una especie de piquilla por dentro".

Redondo y Churruca coinciden en que la visita al Tartiere ha marcado un antes y un después en el Sporting. "Se ve a todo el mundo muy enchufado", dicen antes de que Canella vuelva a tomar la palabra cuando se le cuestiona sobre qué ha aportado Baraja para que se diera este cambio. "Exigencia. Puedes jugar un partido que te parece perfecto, pero él se fija en un detalle y te corrige. Nos vino bien su llegada porque un equipo tiene que estar en exigencia constantemente. Si no es así, bajas el nivel. Y ojo, que con Paco (Herrera) estábamos a gusto. Es muy buen entrenador también e hicimos grandes partidos con él", señala el de Pola de Laviana.

El nombre de Quini, cuyo fallecimiento fue otra de las circunstancias que golpeó al Sporting y al sportinguismo en plena crisis de resultados a domicilio, sale a la palestra para valorar cómo su pérdida ha acabado convertida en un estímulo para homenajearle en el campo. "Para el vestuario fue un momento muy duro. Hizo que quisiéramos dedicarle el.... Queremos que esté orgulloso de nosotros", comenta Canella, receloso de mencionar la palabra ascenso. Como si decirla fuera como tocar la Copa antes de una final. "Quini nos dejó un sentimiento de unidad y fortaleza", resume Redondo. "Es una de esas personas especiales que nunca deberían irse", sentencia Churruca, que desvela un detalle sobre cómo el fallo cardiaco que pudo con El Brujo le llevó a él, días después, al hospital. "A la semana siguiente estaba en casa, noté como una arritmia en el corazón y me fui al HUCA. Los médicos me han dicho que ha sido algo así como una fibrilación. Ahora me tengo que pinchar, poner anticoagulantes", explica sobre una situación que, afortunadamente, ha quedado en algo menor.

"Nos quedan nueve partidos y salidas muy complicadas. Pueden pasar muchas cosas todavía. Humildad y trabajo. Eso sí, la ilusión no nos la va a quitar nadie", dice Canella sobre el tramo final. "Miras la tabla y del Oviedo en adelante todos están capacitados, aunque los más fuertes, para mí, son Rayo y Cádiz, junto al Sporting", desliza Redondo. "Al Huesca lo veo como uno de los principales candidatos al ascenso directo. Es clave que el Sporting termine entre los dos primeros. La promoción es una lotería", añade Churruca.

"En los tiempos actuales, tendría complicado jugar de lateral", reflexiona Redondo. "De eso nada", contesta Churruca. "Ahora hay que tener más el balón. Antes te pedían defender, y lo de subir la banda, una o dos veces nada más", amplía "Redo". "Eso también te lo dicen ahora, ¡eh!", apunta Canella, que asume el reto de cazarles en el global de partidos y crecer en lo deportivo. "Me encuentro bien, pero creo que todavía puedo mejorar hasta alcanzar el nivel de la mejor época con Preciado", amplía tras detallar que ahora está estudiando Magisterio y que no le importaría ser entrenador en un futuro. Las tres leyendas se despiden con el ánimo de encontrarse pronto para celebrar el regreso a Primera. "Empatamos a ascensos, pero yo llevo dos descensos, uno más que ellos. A ver si hay manera de equilibrarlo", concluye el capitán.