Las cifras comienzan a ser apabullantes. Séptima victoria consecutiva en Liga y novena, también consecutiva, en El Molinón como local.

Los rojiblancos continúan como líderes pero sufrieron más de lo esperado ante un Reus muy correoso que buscó el empate hasta el final.

El equipo de Baraja mostró una imagen distinta en cada parte. En la primera, una vez superado el correcalles inicial, fue muy superior al Reus Deportiu y tomó una ventaja de dos tantos que parecía definitiva.

En la segunda, sin embargo, el Reus no se rindió y salió decidido a la búsqueda de la portería de Mariño, reduciendo distancias con rapidez y buscando el empate hasta la última jugada de partido.

Optó Rubén Baraja por realizar los cambios obligados en su equipo titular para afrontar el encuentro. Los canarios Santana y Mesa fueron los elegidos para sustituir al sancionado Sergio Álvarez y al lesionado Santos.

En unos primeros minutos trepidantes y jugados a un altísimo ritmo, el partido pudo decantarse de cualquiera de los dos bandos pero la calidad del Sporting en las dos áreas quedó plasmada sobre el césped.

Jony tiraba del Sporting con sus continuas internadas. Mariño en una gran intervención, y con la ayuda del larguero, salvaba el disparo de Carbiá. Pero una vez superado este tramo, el Sporting se hizo con el timón del partido y fue muy superior al equipo catalán.

Un balón que parecía perderse por línea de fondo, en el minuto 20, fue luchado con fe por Calavera. Consiguió llegar y pasar atrás para que Nano Mesa inaugurara el marcador en el primer palo.

Con un Sporting volcado fue Carmona, en un córner ensayado, en el minuto 30 el que lograba el segundo con un disparo ajustado al palo.

Todavía pudo el Sporting aumentar la ventaja antes del descanso con un disparo de Rubén García a la escuadra en un partido que parecía decidido.

No era de la misma opinión el técnico visitante, López Garai que cambió su centro del campo al descanso y con ello viró el rumbo del encuentro.

Pronto redujo distancias el Reus por mediación de un cabezazo de Olmo lo que hizo incrementar su presión sobre el área de Mariño.

Consiguió el empate Lekic pero en un posición ligeramente adelantada poco después. Cada balón al área era una penitencia para la defensa del Sporting que veía como los catalanes siempre acababan por rematar con la cabeza.

Fran Carbiá tuvo el remate más claro en un cabezazo que atrapó un Mariño que a pesar del acoso rival tampoco tuvo que intervenir en demasía. Era mayor la amenaza que el peligro final.

Rubén Baraja intento revitalizar el equipo con los cambios pero los locales solo pudieron defenderse con orden apoyados siempre por un Molinón entregado.

Victoria sufrida pero de vital importancia que consolida al Real Sporting en el liderato empatado a puntos con el Rayo Vallecano.