"Es un día para felicitar a mis jugadores por el esfuerzo. Si quieres ganar, hay que sufrir". Rubén Baraja asume con aparente normalidad los apuros del Sporting en la segunda parte para mantener la ventaja de dos goles ante el Reus y sumar la séptima victoria consecutiva, igualando así el récord histórico de la campaña 1979-80. "La dinámica positiva puede llegar a confundirnos y pensar que es fácil", alerta el Pipo, que avisa de que nadie debe asociar la gran racha de los suyos a que vaya ser sencillo lograr el ascenso. "El sufrimiento en este partido es un aviso para lo que nos queda de Liga", destaca.

"A veces perdemos la perspectiva de lo que es ganar tan seguido", insiste Baraja. "En la primera parte fuimos mejores, incluso tuvimos alguna una ocasión más para irnos con mayor ventaja. En la segunda, el Reus nos ha hecho sufrir, pero no hubo relajación. No pensábamos que el partido estaba hecho", amplía. El técnico se muestra satisfecho con la capacidad de aguantar la ventaja cuando el rival más apretaba y justifica el hecho de que Jony, que acabó el partido lesionado, no fuera sustituido. "No se sintió cómodo durante la semana. El partido le ha pasado factura. Teníamos en la cabeza hacer el cambio, pero surgió lo de Nano Mesa, que también estaba con problemas", explica. "Hemos superado la prueba de no tener jugadores tan importantes", destaca Baraja, en referencia a las ausencias de Santos y Sergio. Por último, se muestra contento por haber marcado en una acción de estrategia. "Es un trabajo muy pesado, en cuanto a repetirlo y machacarlo para creer en ello. Nos ha salido y ha sido el gol de la victoria", concluye.