La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

El Sporting sigue estirando el chicle

Baraja continúa acudiendo a su cita con la historia: iguala los ocho triunfos seguidos del curso 1956-57 con Jesús Barrio

El Sporting sigue estirando el chicle

Lleva el Sporting tres semanas jugando con fuego, sufriendo en muchas fases del partido y a merced del rival. Pero los rojiblancos se han acostumbrado también a sufrir. La racha sigue creciendo, el Sporting sigue estirando el chicle y sumando puntos para afianzarse en el liderato. Igual que en Almería o ante el Reus en casa, el Sporting tuvo una importante fase del partido ante el Valladolid en la que tuvo que aguantar y pelear para mantener un gol tempranero. Al Sporting se le nota algún síntoma de agotamiento físico, pero no mental. La plantilla es consciente que le ha costado mucho recuperarse del bajón de noviembre y parece dispuesta a no soltar el primer puesto. Ni la baja de Santos, ni perder a Jony una hora de partido por tener molestias, ni que enfrente esté el "Pichichi" de la categoría. El Sporting actual es un equipo que cree en lo que hace, y que no tiene miedo a jugar en campos difíciles como Zorrilla. La racha de triunfos seguidos se mantiene, el sportinguismo es consciente que pronto llegará alguna derrota, pero mientras tanto el Sporting sigue cogiendo distancias con sus perseguidores y se afianza para el tramo decisivo en la mejor posición posible.

Los rivales acompañan. La jornada se presentaba idónea para el Sporting. Al empezar el partido de Zorrilla, ni Cádiz, ni Tenerife ni Osasuna habían ganado sus partidos. De la zona alta sólo había ganado el Numancia. Y el Sporting saltó al césped decidido a aprovechar la oportunidad, como si no quisiese dejar que el momento dulce que vive el equipo finalizase. Los rojiblancos salieron más intensos, y en el minuto 2 ya se habían adelantado en el marcador tras una jugada rápida, con un desmarque de pillería de Nano Mesa, y un remate de Rubén García a portería vacía. Un aviso de líder a un Valladolid que estrenaba entrenador, pero que acusó durante bastante tiempo en la primera mitad ese gol y le costó aclimatarse. El Sporting no hizo una primera parte muy lucida, pero se mantuvo firme hasta el descanso. Y en la segunda tocó sufrir y se aguantó. Después el Granada no ganó su partido, y además se aumentó la distancia con el Zaragoza. Hoy falta por jugar el Huesca ante el filial del Barcelona, y el Sporting acabará la jornada con un margen mínimo de dos puntos sobre la tercera plaza, e incluso puede aumentar su renta.

Baraja iguala a Jesús Barrio. Superado el récord de siete victorias seguidas en Liga de Novoa en la temporada 1979-1980, Baraja sigue acudiendo a su cita con la historia. Ayer, con el triunfo en Valladolid, el Sporting igualó los ocho partidos seguidos que ganó el Sporting en la temporada 1956-1957 con Jesús Barrio.

Un puñal a domicilio. El Sporting acumula cinco jornadas seguidas puntuando lejos de El Molinón, las últimas cuatro además con victoria. Unos números que le permiten también igualar con un equipo para el recuerdo, como fue el que entrenó Preciado en la temporada 2007-2008 y que consiguió el ascenso. Aquella vez el Sporting ganó al Xerez (0-2), Numancia (0-2), al Hércules (2-3) y Real Sociedad (0-1). Ahora los rojiblancos han ganado de forma consecutiva al Sevilla Atlético (0-1), Huesca (0-2), Almería (1-3) y Valladolid (0-1). Además, el Sporting logró frenar la racha en casa del conjunto pucelano. Desde el pasado mes de diciembre, cuando el Numancia se llevó los tres puntos de Zorrilla, nadie se había ganado en Valladolid. El Sporting fue el cuarto equipo que gana esta temporada al Valladolid en su feudo.

La dificultad de frenar a un "Pichichi". Fue una tarde dura para Barba, pero entre el italiano y Mariño pudieron frenar al "Pichichi" de la categoría. Decía el meta gallego que lo importante era que no se sintiese cómodo, y Barba no se despegó de su sombra. Además, la zaga rojiblanca hizo frente al juego aéreo, una de las principales bazas de Mata. El "Pichichi" no se sintió cómodo, y cuando lo hizo, Mariño hizo un paradón, que pudo ser a la jugada siguiente el 0-2 rojiblanco, pero Nano Mesa no lo materializó.

Una gran alegría para la Mareona. En dos de los tres desplazamientos más cercanos la Mareona afrontó el viaje de vuelta con una alegría. De León y Valladolid el Sporting regresó con los tres puntos. Sólo el sabor amargo de Lugo pone una pequeña pega a un año en el que la afición se ha vuelto a reconciliar con el equipo. La Mareona, que en la última década ha movido a 130.000 personas en los viajes de menos de 500 kilómetros, sumó ayer otras 5.000 desde Valladolid, en una tarde que sirvió para sacarse la espina del último ascenso, cuando el Sporting de los Guajes sólo perdió a domicilio un partido en toda la temporada, el de Zorrilla, que ayer se vistió de rojiblanco.

Compartir el artículo

stats