Hay dos jugadores a los que Rubén Baraja ha potenciado el instinto goleador. Santos y Rubén García, sus dos puntas de referencia, se han mostrado muy eficaces desde la llegada del Pipo al banquillo del Sporting. El delantero uruguayo ha logrado diez de sus dieciséis tantos con el vallisoletano al frente, mientras que el valenciano ha hecho cuatro de sus seis goles desde la destitución de Paco Herrera, el último de ellos el pasado domingo en Valladolid. "Me siento bien cuando puedo ayudar con un gol al equipo, es la mejor sensación del fútbol", destaca Rubén García.

Con la entrada de Baraja en el equipo Rubén García se ha sentado en la mediapunta. Con Paco Herrera había alternado entre las tres posiciones de enganche, ya que también había jugado como extremo derecho e izquierdo. Tras marcar en el primer tramo de Liga al Nàstic y al Lorca, Rubén García lleva en la segunda vuelta marcando al Nàstic y a Osasuna en casa, y fuera de Gijón al Sevilla Atlético y al Valladolid.

El futbolista valenciano llegó al Sporting el pasado verano cedido por el Levante, equipo que acababa de ascender a Primera, y en el que se formó en su cantera. "Agradezco muchísimo desde el inicio todo lo que se ha apostado por mí. He intentado dar lo máximo, pero no depende de mí que siga en el Sporting", explica Rubén García.

El liderato no cambia la visión de un vestuario que sigue con los pies en el suelo. "Estamos en una posición favorable, pero hace dos meses estábamos fuera del play-off y si nos confiamos nos puede pasar otra vez", destaca Rubén García, que espera en Cádiz "el partido más difícil de la temporada", ya que a su juicio el próximo rival rojiblanco es "un equipo que trabaja muy bien defensivamente, y que tiene dos bandas con los jugadores más rápidos de Segunda junto a Jony. Vamos a enfrentarnos a un equipo de estilo conservador que sale bien a la contra".