Si por algo se caracteriza esta Segunda División es porque jornada tras jornada permite asistir a partidos con aroma a tiempos pasados (y por supuesto mejores) en Primera. No puede ser interpretado de otro modo el encuentro que enfrentará el próximo domingo en el Ramón de Carranza al Cádiz Club de Fútbol y al Real Sporting (obviemos lo de SAD).

Dos equipos ilustres con dos aficiones si cabe aún más esplendorosas, se verán las caras en ´La Tacita de Plata´ con tres puntos en juego que podrían resultar definitivos a la postre, para la consecución de ese sueño que ambos comparten.

Recordando aquel viejo anuncio que protagonizara la actriz Carmen Maura a principios de los ochenta, el Sporting de Baraja está en el camino de alcanzar el premio gordo ´tacita a tacita´. O lo que es lo mismo: partido a partido y victoria a victoria.

Lo mejor del asunto es que a pesar de los números y récords que el equipo está derribando, el mensaje que se transmite en todas y cada una de las comparecencias del técnico vallisoletano y de sus jugadores, es que aún no se ha logrado nada y que no habría mayor error que el caer embriagados por la euforia que se respira en el entorno.

El último en sumarse a esa consigna ha sido el central italiano Federico Barba. El transalpino tras su portentosa exhibición el pasado fin de semana ante el Valladolid, donde anuló al máximo goleador de la categoría, tendrá en Cádiz otra oportunidad para refrendar la clase que desde su paso por la cantera de la Roma, equipo verdugo del Barça, todos le han reconocido. "La clase no es agua", dicen en Italia. Y esto bien podría aplicarse tanto a jugadores como a no jugadores.

Siete son los puntos que ahora misma separan a gaditanos de sportinguistas en la clasificación. A priori y con independencia del resto de marcadores, todo lo que fuese puntuar debería ser considerado como un buen resultado. Salvo porque nadie ahora quiere renunciar al ´de tres en tres y sumo porque me toca´, en el que este Sporting cual velero bergantín "no corta el mar, sino vuela" por la categoría desde hace ocho jornadas. ´Con ocho no basta´ podría ser el lema, recurriendo al título de la famosa serie norteamericana, también de la dorada época sportinguista de principios de los 80.

Años aquellos donde nuestro eterno Brujo, ya en Barcelona, llegó a coincidir con el gran Mágico González como jugador del Cádiz. Dos jugadores que hoy en día no tendrían precio y gracias a los cuales tanto el Sporting como el equipo amarillo, deben el haber podido disfrutar de inolvidables e irrepetibles tardes de fútbol y de gloria.

A gloria sin duda sabría el que el Sporting pudiese traerse de Cádiz los tres puntos. Aunque no pueda contar Baraja aún con Santos para la cita, con lo que sí parece contar es con el santo de cara y sobre todo con una afición a la que le da igual la distancia o las dificultades, si de lo que se trata es de apoyar y arropar con su presencia al equipo.

Post Scriptum: habrá que esperar para valorar si la reunión mantenida en Mareo en la tarde del jueves no acaba convertida en una mera idea lampedusiana.