Si el Sporting flaquea, la mano de Mariño aparece para sostenerle. El guardameta rojiblanco volvió a ser determinante en Cádiz, donde una parada cargada de reflejos a remate de Garrido mantuvo vivo al equipo para acabar sumando un valioso punto. Uno más de los muchos que se le pueden atribuir al vigués. Un repaso limitado a acciones tan extraordinarias como la que protagonizó en el Carranza le atribuyen un papel clave en los triunfos ante Rayo, Valladolid, Córdoba y Lorca, y en los empates ante Oviedo, Huesca, Rayo (en Vallecas), Valladolid (en casa) y el citado Cádiz. En resumen, trece puntos. Seguramente no sean los únicos.
Diego Mariño es la clara demostración de que un portero puede dar un ascenso. En un deporte en el que la fiesta del gol eclipsa muchos de los méritos que le acompañan, ver en acción al guardameta del Sporting se está convirtiendo en un auténtico espectáculo. En cuatro jornadas fue clave en que el equipo aguantara la ventaja en el marcador, lo que se traduce en que los rojiblancos pasaron de sumar un punto, a conseguir tres (+2). De esta cuenta salen ocho puntos a su favor. Los trece totales que han surgido de sus guantes se completan con los cinco empates en los que sus intervenciones impidieron que los gijoneses cayeran derrotados y se fueran de vacío.
El gran momento del gallego tiene como reflejo paradas que, además de determinantes, cuentan con una complejidad técnica que subrayan su mérito. A la citada mano de Mariño en el Ramón de Carranza acompañó otra de sus grandes actuaciones esta temporada, la que una semana antes protagonizó en Zorrilla. El brazo del portero del Sporting emergió para desviar un remate de Mata en la segunda parte que mantuvo a salvo la victoria. La de Vallecas, a respuesta de otro testarazo, esta vez de Velázquez, es otra de las imágenes de la temporada.
"Dieguiño", como cariñosamente le conocen en su círculo más cercano, cuenta también con un amplio catálogo de intervenciones estelares que, sin embargo, no llegaron a traducirse en puntos. Su actuación en la visita a Osasuna (2-0) evitó una goleada de escándalo, por ejemplo. En este momento es el quinto portero de la categoría con mayor número de paradas, 98, por detrás de Dimitrievski (Nàstic), 115; René (Almería), 104; Cristian Álvarez (Zaragoza), 103 y Kieszek (Córdoba), 99.
El momento de Mariño, que llegó a mantener la portería a cero durante 765 minutos esta temporada, es uno de los rasgos característicos del Sporting de los 16 goles de Santos, el eléctrico ataque de Jony y otros tantos atributos con los que se afronta desde puestos de ascenso directo las seis finales que restan en busca de la mejor parada: la que dé el acceso a Primera.
