Rubén Baraja le está dando la razón a Miguel Torrecilla, director deportivo del Sporting. El Pipo sumó en la visita a Cádiz su decimoctavo partido como entrenador del conjunto rojiblanco, las mismas jornadas en las que estuvo en el cargo su antecesor, Paco Herrera. Sus números acreditan la reacción que motivó su llegada al banquillo. El vallisoletano ha sumado 41 puntos por los 24 que heredó cuando tomó las riendas del equipo. Una mejoría conseguida, principalmente, a través de duplicar el número de victorias, que han pasado de 6 a 13, y reducir a la mitad las derrotas, que han bajado de 6 a 3. Partido a partido, Baraja ha despejado las dudas que rodearon su fichaje.

El giro radical que el Sporting aplicó en su filosofía a la hora de elegir en diciembre a su nuevo entrenador ha terminado extendiéndose a los resultados. La apuesta por Paco Herrera venía acompañada por la figura de un técnico curtido en casi todos los registros del fútbol de élite, avalada por su anterior paso por el club como futbolista y con la experiencia añadida de haber conquistado ya el objetivo fijado en la presente campaña: ascender a Primera División. Torrecilla, una vez asumido el fracaso de un proyecto que partía con máximas garantías y una gran aceptación entre la afición, entendió que el revulsivo debía pasar por una figura prácticamente opuesta. Y pensó en el Pipo.

Baraja llegó a Gijón con la misma seguridad con la que pide cautela semana tras semana, a pesar de encadenar ya once jornadas invicto, pero sin el currículum de su antecesor. Fue mucho como futbolista, pero como entrenador contaba con una sola temporada completa en Segunda, al frente de un Elche que terminó undécimo, a la que siguió un fugaz y frustrado paso por el Rayo. En Vallecas, donde tomó el mando iniciada la campaña, sucediendo a Sandoval, aguantó trece jornadas antes de que el club y el Pipo separaran sus caminos. La apuesta de Torrecilla fue, en este caso, menos compartida.

Es justo señalar que Herrera acabó mermado por las lesiones que registró el equipo en sus últimos partidos al frente del Sporting, en los que llegó a tener, simultáneamente, hasta siete futbolistas de baja: Lora, Calavera, Sergio, Bergantiños, Rachid, Álex López y Xandao. Baraja fue recuperando, paulatinamente, a todos estos futbolistas y además ha contado hasta el momento con el acierto de saber dosificar esfuerzos y preparación para que no se repita una plaga de estas características. A favor del Pipo también ha estado el acierto en el mercado de invierno. Jony y Nano Mesa son ejemplos de ello.