Con 46 puntos, el Albacete aún necesita ganar al menos un partido para sellar su salvación virtual, fijada tradicionalmente en 50 puntos en Segunda. El conjunto manchego, que comenzó la temporada de forma irregular, levantó el vuelo tras la llegada de Enrique Martín hasta el punto de asentarse en mitad de la clasificación, y de soñar incluso con poder enganchar con los puestos de play-off, una ilusión que finalmente no se ha cumplido, y que hace que ahora el Albacete tenga que intentar cerrar la permanencia en las últimas jornadas.

A El Molinón llega el cuadro del Carlos Belmonte con una mala dinámica, con una racha de cinco partidos sin ganar, y con tres puntos sobre los últimos quince en juego. Desde que ganaron al Sevilla Atlético (1-2) el Albacete ha empatado ante la Cultural Leonesa y el Huesca sin goles, perdido ante el Rayo Vallecano (0-1), empatado ante el Almería fuera (1-1), y perdido en casa el pasado fin de semana ante el Reus (0-1).

El Sporting afronta con cierta intranquilidad el partido ante el Albacete. El conjunto entrenado por Rubén Baraja ha solventado los partidos ante rivales duros en El Molinón en las últimas semanas, pero ahora tiene el temor de pinchar en los enfrentamientos que se presentan teóricamente más asequibles. Y al Albacete, pese a que cayó en Gijón en las temporadas de los dos últimos ascensos rojiblancos, ya sabe lo que es irse con un buen botín de Gijón, ya que ha conseguido puntuar en cuatro de sus nueve visitas en Segunda, en las que logró tres triunfos. La última vez que el Albacete se impuso en la división de plata en El Molinón fue en la temporada 2006-2007 por 0-1. En la primera vuelta el Sporting empató a dos tantos en el Carlos Belmonte, en un partido en el que el doblete de Santos no fue suficiente ganar. Los rojiblancos empezaron perdieron y remontaron, pero el tanto de Gaffor casi al final selló el empate definitivo en el partido.

El conjunto manchego llegó ayer por carretera a Asturias y se entrenó en El Requexón en una suave sesión regenerativa.