Un gol de Carmona a cuatro minutos para el final sirvió para que el Sporting volviera a sumar de tres en tres tras el paréntesis del Carranza, enlazar su décima victoria en El Molinón consecutiva y encarar las últimas jornadas instalado en la rampa de lanzamiento directo hacia Primera habiendo prácticamente asegurado como mal menor la disputa del play-off de ascenso. Para ello los rojiblancos tuvieron que sufrir mucho, más de lo esperado, ante un Albacete que por momentos parecía que era el equipo candidato a retornar a Primera y no uno de los que navega por la categoría en busca de alcanzar el salvavidas de los 50 puntos.

La tarde arrancó con un doble homenaje. El más celebrado por la grada en una de las mejores entradas de la temporada fue el que se llevaron las chicas del Mavi NT por su triunfo en la Copa de la Reina. También hubo tiempo para que Jony recibiera el premio al mejor jugador de la categoría del mes. Reconocimiento que se esperaba que sirviera para acabar endulzando la semana del de Cangas del Narcea tras el tirón de orejas de Baraja por el cabreo del extremo en Cádiz. Quizás atontado por los prolegómenos o por lo plomizo del día, el Sporting pareció salir dormido. Desde el primer minuto el Albacete mostró sus bazas: pegajosa defensa y todos los balones a Zozulia. El delantero del cuadro manchego dio una lección de cómo jugar de espaldas y volvió loco a los centrales del Sporting. El tanque ucraniano remató de cabeza todos los balones que le pusieron sus compañeros: saques de banda, saques de esquina, pelotazos... Precisamente el primer gran susto para el Sporting llegó en un saque de banda desde la derecha que el ucraniano prolongó con la testa hacia el centro del área para el cabezazo de Morillas.Y como no, ¿quién estaba ahí para evitar el gol? Sí, Mariño, que ayer tuvo que gastar el comodín de la parada salvadora a la que ya tiene acostumbrados a propios y a extraños antes del cuarto de hora y no reservarla para los instantes finales del partido.

Al Sporting no le quedaba otro remedio que despertar. Lo hizo tras neutralizar una jugada de peligro del Albacete -Zozulia, siempre Zozulia- que a punto estuvo de cortarle la digestión a más de uno en El Molinón. La zaga rojiblanca salvó el envite con un pelotazo orientado hacia la carrera de Nano Mesa, que midió mal la fuerza de su pase hacia el desmarque de Jony. El de Cangas pudo llegar y forzar un saque de esquina y levantar algo el ánimo de la parroquia, que ya se estaba dando cuenta de que el partido tenía un tufillo raro y comenzaba a desesperarse ante el cúmulo de imprecisiones de los suyos.

Literalmente el Sporting era incapaz, ya no de hilvanar una jugada, sino ni siquiera de dar dos pases seguidos. Los rojiblancos siempre entregaban el balón al contrario, que por momentos se mostró más suelto y confiado en lo que hacía que el Sporting. Quizás a los gijoneses -Baraja ya ha reconocido que no le gusta un pelo eso de jugar conociendo los resultados de los otros equipos metidos en la pelea- les pesó la responsabilidad de saber que en caso de no ganar acabarían la jornada fuera de los puestos de ascenso directo. Es lo que tiene estar en manos de la entente Tebas-Roures. El que paga, manda. Y así iban pasando los minutos y las cosas no mejoraban para los de casa. La tribuna comenzaba a desesperarse con el poco fútbol que estaba desplegando el Sporting. El factor campo-olla a presión iba camino de volverse contra los intereses del Sporting. Pero entonces emergió la figura de Jony. Con un espectacular autopase de tacón, que dejó a Arroyo vociferando a los suyos para que no se le notara el sonrojo, el de Cangas del Narcea terminó de golpe con cualquier atisbo de rebelión a bordo. El equipo comenzó a creérselo y dio un paso hacia adelante. Y fue entonces cuando llegó el gol. Jony inició la jugada con un de sus paseos por el alambre de la línea de fondo. Allí se quedó colgado a la espera de la llegada de un compañero. A la cita acudió Carmona, que se hizo hueco para disparar pero que se acabó encontrando con el cuerpo de un defensor visitante. Pero el rechace llegó a Rubén García, que centró al área para Nano. El canario no pudo controlar bien y por allí apareció Jony. A la primera tiró al muñeco, pero el balón volvió a sus botas y esta vez sí pudo con Nadal. Sin mucho fútbol el Sporting ya mandaba. Incluso Bergantiños tuvo el 2-0 tras un córner, pero Zozulia evitó el gol casi bajo el larguero.

Todo pintaba de cara hasta que el enésimo saque de banda que ganó de cabeza Zozulia acabó cayendo en el sector de Arroyo, al que Jony se llevó por delante en su intento de echar una mano en defensa. Penalti que hizo explotar de rabia a la estrella rojiblanca. Mariño no pudo hacer nada y la primera parte acabó en empate.

El Sporting que se vio tras el descanso fue otro. Comenzó a jugar por abajo y a hacerlo con mayor velocidad. Y así empezaron a caer las ocasiones, casi siempre con Jony como protagonista. Nano Mesa y Carmona avisaron con dos cabezazos casi idénticos que se fueron fuera. El diez rojiblanco comenzó a aparecer para orgullo de los carmonistas cuando más hacía falta. También Canella, que comenzó a correr la banda en apoyo de un vigilado Jony. Así llegaría la mejor ocasión hasta el momento. Canella metió el pase de la muerte para que Carmona chutara y el portero del Albacete se luciera.

Baraja movió el banquillo y dio entrada a Pablo Pérez. Tras perder la primera pelota que tocó, el canterano dejó ver su mejor versión en mucho tiempo. Mandó un balón a la madera y reclamó ser objeto de un penalti. Espoleado por la afición, el Sporting lo intentaba una y otra vez, casi siempre por la izquierda, que es donde los de Baraja lo fían todos desde la llegada de Jony. El reloj corría y los rojiblancos insistían con la fórmula a pesar de que no acababa de dar resultado y porque el Albacete se encontraba a gusto con el marcador.

Y en esas estaba el partido cuando Jony sacó con pillería y rapidez un saque de banda para su socio de banda. Canella sacó un gran centro al que no llegó Pablo Pérez, que se llevó por delante a su marcador, pero sí Carmona, que engatilló para dejar los tres puntos -y ya van diez jornadas- en Gijón. El Sporting sigue sin morder el polvo desde que lo hizo en el derbi y se mantiene en lo más alto con el permiso del Rayo.