No todos los chavales que quieren dedicarse al fútbol tienen la suerte de contar en su casa con un padre y un tío que han estado años en la élite y conocen cada detalle de este deporte. Iván Elena Hervás (Palma de Mallorca, 27-4-1999), hijo del internacional Marcelino y sobrino de Tomás Hervás, sigue al pie de la letra los consejos de la familia. Estudiante de Fisioterapia e internacional sub-18 y sub-17, fue el máximo artillero en Liga del juvenil A. Una rotura fibrilar en el recto anterior le dejó sin poder disputar la Copa de Campeones. A un paso de recibir el alta, vuelve para dar guerra en la Copa del Rey.
- ¿Estará disponible el domingo?
-Estoy trabajando con los servicios médicos para recuperarme lo mejor posible. Si no puede ser para este fin de semana, será el siguiente. Lo importante es que sea en las mejores condiciones.
- Si todas las lesiones son un contratiempo, que le impidan disputar una competición como la Copa de Campeones debe ser especialmente doloroso.
-Al principio tenía la esperanza de que no fuera nada. Tenía muchas ganas de disputar ese torneo y me veía muy preparado. Son cosas que pasan, hay que vivir con ello. Al menos me llevé la alegría de ver a mi equipo en la final, aunque fastidie no poder participar y ayudar a los compañeros.
- ¿Qué valoración hace del papel equipo?
-El balance es muy bueno. Hemos llegado a la final eliminando a rivales tan buenos como la Unión Deportiva Las Palmas y el Barcelona. Son resultados que demostraron que somos un buen equipo. Creo que dimos la sorpresa del torneo.
- ¿Vieron el título cerca tras ser capaces de tumbar al vigente campeón de la Copa de Europa de juveniles?
-Eliminar al Barça nos dio mucha confianza para la final. Y en las finales, como en cualquier otro partido, pero más en las finales, se tiene que jugar con las pequeñas cosas que pueden cambiar el rumbo de un partido.
- ¿La derrota ante el Atlético sirvió como aprendizaje para cuidar esos detalles?
-Hemos vuelto de ese torneo siendo mejores jugadores y también siendo un grupo más unido.
- ¿Con qué ambición inician ahora su participación en la Copa del Rey?
-Con la de ganar el primer partido, ante la Real Sociedad. Tenemos que seguir trabajando cada encuentro como lo hemos hecho hasta ahora.
- Han sido campeones de Liga y finalistas de Copa de Campeones. A estas alturas, ¿se da por aprobada la temporada?
-No. Hay que ser ambiciosos, no podemos conformarnos. Todavía queda un torneo y hay que ir a ganarlo. O, por lo menos, intentarlo.
- ¿Sigue pendiente de que el Sporting B vuelva a citarle en este final de campaña?
-La gente de Mareo estamos todos pendientes del filial por la situación en la que se encuentra de cara al final del campeonato y la promoción de ascenso a Segunda. Estoy tranquilo, con los míos e intentando aportar lo máximo a mi equipo.
- Su padre es Marcelino Elena y su tío, Tomás Hervás. ¿Qué consejos le dan en casa?
-Hablamos mucho y casi siempre, de fútbol, desgraciadamente (bromea). Lo que más me piden es esfuerzo y sacrificio. Me dicen que trabaje y dé todo lo que pueda por el equipo.
- ¿Quién es más exigente de los dos?
-Mi padre, porque lo tengo en casa, pero me exigen los dos. También mi madre y mi hermano.
- ¿Con qué fútbol se identifica más, con el de Marcelino o Tomás?
-Con el de mi padre, sólo por el hecho de que tengo que escucharle mucho más (se ríe). Él era defensa y yo de defensa tengo poco, pero intento heredar de él tener la cabeza bien amueblada y la meta fijada en trabajar para conseguir el sueño de hacer carrera como futbolista.
- ¿Carrera en el Sporting?
-Todos los que estamos en Mareo soñamos con alcanzar algún día el primer equipo. Creo y confío plenamente en que esta temporada podamos ascender a Primera. Lo veo factible.
