"Es impresionante el estadio, antes era un gran campo, pero ahora es un campazo, es una maravilla. Me ha impresionado el cariño de la afición, me han tratado genial y he podido recordar hoy mi etapa de jugador". Manolo Mesa vivió una jornada muy emocionante. 31 años después regresó a El Molinón. Y lo hizo por la puerta grande. El futbolista gaditano, que jugó doce temporadas en el Sporting en la época dorada rojiblanca (entre 1975 y 1987), recibió el cariño de los 21.358 aficionados rojiblancos que presenciaron el partido. Acompañado de sus antiguos compañeros Redondo y Cundi, saludó desde el césped de El Molinón a todo el estadio, a los que le vieron jugar, y a los más jóvenes, que aunque no tuvieron la oportunidad, sí que son conscientes que Manolo Mesa es historia viva del sportinguismo.

Mesa compartió protagonismo con los juveniles del Sporting, que el pasado fin de semana se proclamaron subcampeones de la Copa de Campeones tras caer derrotados ante el Atlético de Madrid. La plantilla al completo, junto a su entrenador Isma Piñera, se dieron un baño de masas al pisar el césped de El Molinón, en un año de gran éxito para la cantera rojiblanca.

Hubo una gran entrada, pese a la amenaza de tormenta, hubo una tregua durante el partido, e incluso salieron rayos de sol. El tempranero horario de las cuatro de la tarde no impidió que hubiese una gran entrada en El Molinón para homenajear a "Siete Pulmones", el apodo de Manolo Mesa, por su gran capacidad de sacrificio y entrega durante los partidos. "Me ha encantado el recibimiento de la afición", indicó Mesa, que saltó al terreno de juego acompañado de su nieta Julia. "Tiene sólo cinco años, pero es una sportinguista más", indicó el jugador andaluz.

Mesa se pasó la madrugada viajando junto a su familia desde Cádiz para vivir en primera persona el partido. "Al pisar el césped recordé todo lo que conseguimos en aquella época en la que jugaba en el Sporting, porque tuvimos los mejores años de la historia del club en Primera", indicó antes de añadir que ahora espera volver de forma más asidua a Gijón. "Ahora ya estoy jubilado y puedo tener oportunidad. No puedo quedarme otros 31 años sin venir a Gijón. Espero que el equipo vuelva a triunfar y a conseguir cosas bonitas como en nuestro tiempo y que pueda venir a celebrarlo y disfrutarlo", señaló Manolo Mesa.

En sus doce años en Gijón Mesa disputó 439 partidos y marcó 50 goles. Esos recuerdos, y los de infinidad de partidos, brotaron ayer en la memoria del futbolista, que disfrutó charlando con Ferrero, Redondo o Cundi, pero que echó en falta a una persona. "Sentí mucho la falta de Quini, el mejor jugador de la historia del fútbol español. Con él éramos un equipo que trabajábamos para hacer grande al Sporting, y al final lo conseguimos", sentencia Manolo Mesa, protagonista especial ayer en un duelo que no tuvo un final agradable, ya que el Sporting acabó su racha victoriosa en El Molinón.

Richi Serrés

Otro de los protagonistas del partido fue Richi Serrés, que trabajó como coach para el Sporting en algunas fases de las dos últimas temporadas, tanto con Abelardo como con Rubi en el banquillo. Ahora forma parte del Barcelona B, y ayer aprovechó para reencontrarse con viejos amigos del Sporting como Pablo Pérez, Isma López o Lora, con los que habló antes del comienzo del partido.