Tras la confirmación este lunes del sorprendente y admirable ascenso protagonizado por la Sociedad Deportiva Huesca, una parte del sportinguismo sigue soñando con poder arrebatar esa plaza que a día de hoy pertenece y parece destinada al Rayo. Para ello no hay otro cálculo posible que el de conseguir los seis puntos que restan en juego y que los de Vallecas, como mucho sumen uno. A priori se antoja harto difícil, por no decir casi imposible, pero sería imperdonable el no seguir intentándolo aun cuando sólo hubiese una posibilidad entre un millón.

Por cierto, que volviendo al éxito histórico del equipo oscence de la mano del ex entrenador rojiblanco Rubi, y como era de prever, no han tardado en aparecer en la familia rojiblanca, como en toda buena familia que se precie de serlo, las discusiones a cerca de si la primera decisión tomada por Torrecilla a su llegada al club (a saber: prescindir del entrenador de Vilassar del Mar), fue el primero de los errores cometidos por el director deportivo del Real Sporting. Y por supuesto, opiniones sobre el tema hay para todos los gustos.

Tampoco ha pasado desapercibido para los sportinguistas que viven gran parte de la actualidad deportiva a través de las redes sociales, el hecho de que el Real Sporting no haya felicitado deportivamente a través de ellas, a un rival que con mucho menor potencial socioeconómico que algunos de sus oponentes, ha demostrado que con ilusión, trabajo, capacitación y seriedad, se pueden igualmente no sólo competir, sino alcanzar el mayor de los éxitos posibles. No ha sido de todos modos el Sporting el único equipo de la categoría en no hacerlo; y sus motivos habrá tenido para ello. Pero el 'señorío' de un club se demuestra a veces en detalles tan simples como estos.

Pasando ya a la verdadera actualidad que ahora ocupa y preocupa al sportinguismo, la visita este próximo domingo (en horario 'infernal') del Granada, se antoja como una oportunidad para el equipo de Baraja de renacer o morir (deportivamente hablando, se entiende).

Porque con independencia de que la victoria pueda ser estéril de cara a poner contra las cuerdas a un Rayo, que recibirá al mismo Lugo que ejerció como anfitrión de la fiesta del Huesca y que podría así volver a vivir indirectamente otro ascenso, el Sporting necesita urgentemente poner fin a esa minicrisis de resultados que le ha llevado de ser líder y depender de sí mismo, a tener que conformarse con pelear por no ceder el tercer puesto.

Un tercer puesto que algunos hubieran firmado en enero y que como se ha repetido hasta la saciedad, te da la supuesta ventaja en el playoff (tanto en la primera eliminatoria como en una hipotética final) de afrontar como local el segundo partido, amén de resultar vencedor sin necesidad de acudir a la tanda de penaltis, de llegarse a una prórroga en ese segundo encuentro y que ésta finalizase sin goles. Un aspecto éste que siempre es preferible poder tenerlo a favor antes que en contra; aunque ni mucho menos sea lo más habitual llegar a ese supuesto en una eliminatoria a doble partido.

Y no faltan quienes incluso prefieren llegado el caso, jugar el primer partido en El Molinón Enrique Castro 'Quini', dejando la vuelta para donde pudiese tocar. Pensando también en una posible Mareona, que siempre tendría mayor facilidad para desplazarse a los partidos de vuelta, fijados en fin de semana, que a los de ida, que se jugarán entre semana.

Pero dará igual el orden de los factores de cara al producto final, si el conjunto sportinguista no consigue dar un cambio radical en la imagen ofrecida en estos últimos partidos.

Ante el conjunto nazarí, que llegará con menos posibilidades si cabe de meterse en el playoff que las que tiene el Sporting de ascender por la 'vía rápida', pero que tenerlas las tiene, se hace del todo necesaria conseguir una victoria que devuelva al equipo de Baraja parte de ese halo de imbatibilidad que tenía antes de su derrota en La Romareda.

La forma como se consiga será lo de menos. Se trata de reencontrarse con esas sensaciones perdidas y no sumirse en lo que sería una preocupante concatenación de derrotas, que anímicamente podría ser un lastre enorme de cara afrontar con plenas garantías el playoff.

Veremos si para ello Baraja a pesar de lo que matemáticamente aún es posible, decide igualmente dar descanso a alguno de aquellos jugadores que no pasan por su mejor momento físico. Son los casos por ejemplo de Sergio, Jony o Santos. Estos dos últimos tras sus respectivas lesiones, parece que no acaban de recuperarse del todo. Y precisamente ha sido noticia en el entrenamiento de este miércoles, la retirada del mismo de Santos, aparentemente aquejado de problemas musculares. Habrá que esperar al parte médico y cruzar los dedos (hasta de los pies).

Lo que es seguro es que de llegar a Córdoba sin opciones de ascenso directo, la alineación que allí presentaría el Sporting sería la más parecida a la de la "clásica" de un partido de Copa del Rey. Más entendible todavía si finalmente el siguiente partido se hubiese de jugar ya el siguiente miércoles y encima con otro viaje de por medio (veríamos si más o menos distante). Sólo cabe esperar que esa imaginaria alineación no estuviese plagada hasta el límite permitido por jugadores del filial. Eso significaría que los chicos de José Alberto siguen dando sus alegrías.

Pero no nos anticipemos al futuro. Centrémonos de momento en el domingo. Centrémonos en el Granada. Centrémonos en ganar. Sí o sí. Y más fuerte que nunca: "ahora Quini, ahora".

Post Scriptum: para alegrías las que ha dado esta temporada el juvenil de División de Honor entrenado por Isma Piñera. A pesar de su eliminación en octavos de la Copa del Rey, ese subcampeonato en la Copa de Campeones (tumbando al vigente de la UEFA Youth League), unido al título liguero conseguido en su grupo, ha demostrado que en la cantera de Mareo hay 'guajes' que han demostrado venir con todas las ganas de 'tirar la puerta abajo'. Aunque sea acorazada.