Se mascó la tragedia. Pero el gol de Jony libró al Sporting de quedar sentenciado. Los rojiblancos necesitan ahora al menos dos goles en la vuelta, ya que un 2-0, o incluso un 3-1, clasifica al Sporting en el partido de vuelta. Eso sí, en esa hipotética situación se llegaría a la prórroga, pero no a los penaltis. Nueve fatídicos minutos dejaron al Sporting al borde del abismo, con un 3-0 en contra muy difícil de remontar. El sportinguismo sufrió una decepción ayer, se esperaba más de su equipo, y vio como el sueño del ascenso pudo esfumarse en una mala noche en Zorrilla. Las cosas hoy se verán quizás todavía negras, pero mañana la afición volverá a creer en los suyos. Motivos hay para soñar porque el Sporting ya ha conseguido ser fiable este curso. Pero el margen de error ya se ha agotado. El conjunto rojiblanco debe despertar ya, cambiar su imagen, y no conceder ningún mínimo fallo. El domingo es el momento de que vuelvan a aparecer Santos, Jony y Carmona, que Álex Pérez y Barba sean duros en defensa, y que la solidez de Sergio y Álex Bergantiños sea determinante.