Barcelona

Los Mossos d$27Esquadra continúan la investigación del asesinato del empresario Joan Alsina, hallado degollado el lunes en su casa de San Cugat del Vallés, y mantienen abiertas todas las hipótesis a la espera de que la esposa del fallecido revise la casa, probablemente hoy, para ver si falta algo. Fuentes de la investigación explicaron que la esposa del empresario, que regresó anteayer precipitadamente de Colombia, de donde es originaria, ya ha sido interrogada, igual que otros miembros de la familia y allegados, y todos ellos han negado que el empresario hubiera recibido amenazas o tuviese enemigos.

Dos forenses practicaron ayer la autopsia al cadáver y han confirmado que el empresario fue degollado con un arma cortante y que tenía varios golpes por el cuerpo, aunque no ha trascendido si fueron producto de haber caído por la escalera interior de la casa o si fue golpeado antes de morir.

Agentes especializados en homicidios de la Policía autonómica, que no han encontrado el arma homicida, trabajaron durante todo el día en la casa tratando de encontrar huellas, bien de zapatos o dactilares, para averiguar cuántas personas entraron en el domicilio de Joan Alsina.

El titular del Juzgado número 4 de Rubí abrió diligencias previas por homicidio y autorizó el entierro de la víctima una vez completada la autopsia. El secretario de Seguridad Pública de la Generalitat, Joan Delort, insistió ayer en que la hipótesis del robo «no es la única, ni mucho menos». Delort dijo que cuando la esposa del fallecido «pueda acompañar a los investigadores para hacer un recuento de lo que había en la casa, entonces se podrá empezar a determinar también otras cuestiones». La Policía ve extraño que los ladrones no se llevasen algunos objetos de valor que había en la vivienda.

El portavoz de la familia Alsina, Josep Lluís Pons, explicó que la familia aún no ha tenido acceso a la vivienda, precintada por la Policía, por lo que desconocen las circunstancias del suceso, aunque mantiene que el robo es la única hipótesis plausible. «No tenemos duda de que fue un asalto a la casa», dijo el portavoz familiar.

En la casa de Joan Alsina, situada en una urbanización de lujo en la que viven empresarios, políticos y otras personalidades como el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, está instalada una alarma, que no sonó el día del crimen. El portavoz sostiene que los atracadores entraron en una casa que pensaron que estaba vacía, se encontraron con el propietario y lo mataron. «Joan era una muy buena persona, muy pacífico, muy tranquilo, dedicado a su familia y su trabajo y no tenia enemigos conocidos, estamos convencidos de que entraron a robar, y dudo que se resistiera», aseguró Pons.

Por su parte, los trabajadores de la Encofrados J. Alsina, S. A., de Montcada i Reixac (Barcelona), de la que era copropietario Alsina, guardaron un minuto de silencio al mediodía en memoria de la víctima. El Sindicato de Policía de Cataluña culpó de este asesinato a la falta de agentes.