El Juzgado número 1 de Pola de Siero ha decidido reabrir el caso de la joven que resultó herida en una mano por el disparo accidental de una escopeta en teoría inutilizada por la Guardia Civil. El accidente se produjo el 3 de diciembre, cuando la víctima, de 18 años, se disponía a colgar como adorno la escopeta, que había sido propiedad de su padre, ya fallecido. En ese momento se produjo el disparo, que atravesó la mano de la joven y abrió un agujero de varios centímetros en un radiador y en la parte de su habitación. La joven tuvo que ser sometida a una operación de urgencia en el Hospital Central que duró cuatro horas.

El Juzgado había sobreseído el caso el pasado 18 de diciembre, pero, a petición del abogado de la joven, José Manuel Fernández González, el juez se ha ordenado a la Policía que investigue los motivos por los que se produjo el disparo, cuando el arma, según un informe de la Guardia Civil, había sido inutilizada con seis taladros de diez centímetros.