Oviedo, L. Á. VEGA

Una menor residente en Ciudad Naranco (Oviedo) tardará en olvidar la fecha del 29 de enero de 2007. La chica, que tenía 16 años en el momento de los hechos, regresaba del instituto -eran las tres y cuarto de la tarde- y se disponía a entrar en el portal de su casa cuando un hombre de 30 años, que venía siguiéndola, se abalanzó sobre ella y le puso un cuchillo en el cuello. «Ni una palabra más o te corto el cuello», le espetó el agresor, según el escrito de acusación.

Comenzaba así un calvario para la menor, que fue conducida al séptimo piso del inmueble, desnudada y sometida a todo tipo de vejaciones y abusos, incluida la penetración con los dedos. Siempre según el escrito del fiscal, el hombre, H. O. M., que ahora tiene 32 años, obligó a la menor a hacerle una felación e intentó penetrarla varias veces, aunque la salida de una vecina de su casa -la mujer no se dio cuenta de lo que ocurría- movió al violador a dejar, por fin, en paz a la adolescente.

Todo este episodio se produjo en medio de graves amenazas. «Estate quieta, no grites, ni una palabra o, si no, te corto la cabeza», recoge el escrito del fiscal y todo tipo de procacidades. La menor logró convencer al violador de que tenía que volver a casa o sus padres se preocuparían. Como recuerdo, se quedó el sujetador de la chica. Cuando fue detenido por la Policía, aún lo guardaba como trofeo.

El detenido era un viejo conocido de la Policía. Ya en 1999 había sido condenado a un año de cárcel por una agresión sexual. En aquel momento, el hecho de que sufriese un trastorno mental compatible con una esquizofrenia paranoide ayudó a minorar la pena impuesta. Para el fiscal, ese trastorno no debe contar esta vez, al considerar que la alteración no influyó en la comisión de los hechos, que era plenamente conocedor de lo que hacía y que comprendía suficientemente la trascendencia de lo que estaba cometiendo.

Por ello, el ministerio público solicita una pena de diez años de cárcel, así como la prohibición de aproximarse a la víctima o comunicarse con ella durante cinco años. El fiscal también reclama una indemnización de 12.000 euros para la madre de la menor. La vista del juicio se celebrará el miércoles que viene en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias.