Berlín

La Policía alemana está investigando a una joven pareja que pretendía vender a su bebé de tan sólo ocho meses a través de la página de subastas de internet eBay, según informó un portavoz policial, Renee Beck, desde la localidad de Krumbach, cercana a Múnich y en la que viven los sospechosos de tráfico infantil.

La madre del bebé, una joven de 23 años de edad, aseguró en sus declaraciones, tras ser conducida a la Comisaría, que sólo era una broma. No obstante la Policía, que tiene dudas sobre la veracidad de esta afirmación, seguirá adelante con la investigación. Por el momento, el bebé ya ha sido puesto bajo custodia estatal.

«Dice que era una broma. Aún no está claro. Los detectives están investigando en base a un posible caso de tráfico de menores», explicó Beck a los medios de comunicación alemanes.

Varias personas llamaron a la Policía tras ver una oferta en la popular página de ventas en internet eBay, en la que se podía leer la palabra «bebé», y a continuación el anuncio: «Ofrezco en venta a mi bebé casi recién nacido porque llora demasiado. Varón, 70 centímetros de altura».

El precio de salida de la subasta estaba fijado en 1 euro, como casi todos los objetos que se publicitan en esta página, pero no registró ninguna puja, al menos hasta dos ahoras antes de la retirada del anuncio, según detallaron fuetes policiales.

La madre del bebé insistió posteriormente en manifestaciones realizadas al diario «Bild» que, que se «trataba sólo de una broma.

«Sólo quería ver si alguien hacía una oferta», afirmó, al tiempo que lamentaba que se hubieran llevado a su hijo a un hospital. «Y yo tendré que someterme a pruebas psiquiátricas la próxima semana», afirmó.

Cada año, nada menos que 1,2 millones de niños son víctimas del tráfico de menores en todo el mundo, cifra que convierte a esta práctica en el tercer comercio más lucrativo tras el tráfico de armas y de drogas.

Los niños son vendidos por sus familias a cambio de dinero o de algún objeto. Son alejados de sus hogares y explotados de distintas formas. En Benin, por ejemplo, con sólo 25 euros se puede comprar a un menor.

Muchas parejas, sobre todo de países del Norte de Europa, en su deseo de tener un hijo, acuden a países pobres para comprar un pequeño, aún sabiendo que esta práctica constituye un delito que fomenta el tráfico de menores, según vienen denunciando distintas organizaciones que trabajan en la defensa de los niños en los países más pobres.

Además, miles de niñas son obligadas a «trabajar» en el lucrativo negocio del sexo infantil. La prostitución y la pornografía son el destino de muchos de los menores que son comprados.